Medio corazón

Llueve sin prisa.
Los maestros de la eternidad
meditan y se confunden.
Se confunden otra vez
pero la secuencia es finita.

“De las cenizas del vacío
surge un ángel.
Tiene sus alas enrojecidas.
Ha perdido medio corazón”.

Recuerdo aquel momento
y considero que fue mejor
habértelo ocultado hasta hoy.
No soy tan cristalino
como llegaste a creer
y quizás la desconfianza
sea lo que te salvó de mí.

Usé medio corazón
para atravesar la eternidad y,
como mejor me salió,
con la otra mitad te amé,
que es la que ahora te dejo.

Se apresura la lluvia.
han venido a buscarme.

 

Llueve sin prisa.
Los maestros de la eternidad
meditan y se confunden.
Se confunden otra vez
pero la secuencia es finita.

“De las cenizas del vacío
surge un ángel.
Tiene sus alas enrojecidas.
Ha perdido medio corazón”.

Recuerdo aquel momento
y considero que fue mejor
habértelo ocultado hasta hoy.
No soy tan cristalino
como llegaste a creer
y quizás la desconfianza
sea lo que te salvó de mí.

Usé medio corazón
para atravesar la eternidad y,
como mejor me salió,
con la otra mitad te amé,
que es la que ahora te dejo.

Se apresura la lluvia.
han venido a buscarme.


Qué gusto me dio leerte y qué gustazo me da el darte la BIENVENIDA A MUNDO POESÍA, Compatriota.

Medio corazón pero un poema que no ha sido hecho a "medias tintas". Confeccionado con la honestidad de quien reconoce la falta y lo expresa a corazón partido pero con pulso poético entero.


Estrellas como media medalla... ja ja ja... y un saludo desde Capital Federal.

 

De encuestas mucho no entiendo, en realidad a las estadísticas no las incluyo en lo poético, el poema es muy bello, felicitaciones.

 

Interesante poema a la eternidad; y al amor a medias, en este caso con medio corazón.
Un placer, saludos!!

 

¡Ciela! Muchas gracias y es un placer tamaña recepción... ¿Me la mereceré?

 

¡Gracias Gustavo! Y acabo de entrar a tu blog... ¡Qué pedazo de versos éstos!:

"Tu lengua
escondiéndose en mi oído.

Los pasos desvanecidos en la calle.
El segundo después de la partida.
La boca de Marisa esa noche colmada de milagros.

Tu cuerpo
brillando como un faro.

Los relojes de arena marcando el pulso de la sangre.
El lienzo humano que usó Dios para vestir su vanidad.
La ceniza ciega donde Borges dibujó su Minotauro."

 

A veces sólo amamos con lo que nos queda de corazón, que por momentos es un puño sabio y por momentos una "bestia puro músculo, enviciado con los anabólicos del mal amor"

Gracias Lucyfero

 

así estamos atravesando muchos la eternidad, con solo medio corazon, y con otras muchas mitades que no nos pertenecen, muy lindo tu poema, pasa por el mio, abrazos:::hug:::