A mi madre

Ligera como la brisa
cubriste húmedamente la presencia de la noche,
y contagiaste con vestigios celestiales
la postre que provoca la disolución de las cosas
bajo el alcance de la misma contagiada noche.

Llegaste y plantaste tu semilla fértil
en tierra de mil pueblos,
y a veces llegaste y sólo dejaste
esa íntima esencia que provoca la medianoche.

Cansada como la madrugada,
te dejaste a últimas las ropas de la vida,
y cuidaste de la magnitud de la tragedia
que previste con mesurado albedrío.

A deshoras de una primavera de mil novecientos ochenta y cinco,
desahogaste la marea baja
y convertiste los escrúpulos del momento
en el alfa de lo venidero
creando a tu voluntad humana
la esencia del círculo captor.

Y hoy, en la mañana de otro día cualquiera,
de la mañana de un año y estación que desconozco
persisto a forma tuya,
en tiempos donde la brisa
llega pero no del todo.

-César Palomares-

 

Gran escrito el tuyo poeta lleno de imagenes salidas del sentir que le dio vida a tu aliento ,. saludos cordiales un placer llegar a la lectura , Jess

 

Y quie no le escribe a la madre,,o al recuerdo de ella, asi como vos,,asi como yo, felicitaciones amigo, muy sentidos versos.
Mis respetos.
Sergio

 

Así va esto de la inspiración queridos poetas, gracias por sus bienvenidos comentarios

 

Ligera como la brisa... pero intensa como ciertas ráfagas del amor filial. Pude imaginarla a través de esta preciosa pieza que la evoca, querido César.


Estrellas por ella y para ella y un abrazo para vos.

 

Gran escrito amigo, a la dadora de vida y nuestros primeros cariños, a la madre siempre tan amorosa, saludos.

 

No he recibido más que puros buenos comentarios, no sé que tan mal ó bien escribo, pero eso realmente me impulsa a continuar, gracias a todos por sus muy generosos comentarios, nos seguimos leyendo.

 

Gracias Vivianne, por asomarse a mis escritos, espero sean los justos para este portal de las letras, hasta pronto.