Anhelos

Dichosa la tierra, en cuyo nido,
viven todavía las cenizas
de Darío.

La constancia de sus versos
cantan, en la savia de las
flores; adorno de su
tumba, alegría,
sus colores.

Sus admiradores somos
hurgadores de tesoros,
buscando bajo esa
tierra, semillas,
de Neruda,
Asturias,
y Darío.

Tocamos fondo en la intimidad
de la conciencia, en pos
de esa raíz de hierba
buena.

No importa el tiempo, distancia,
y soledades; si al final del
túnel; vemos despuntar,
incipiente gérmen,
en el despertar,
de nuestros
anhelos.

 

Muy excelente y tributarios versos a varios grandes amigo. Resalto la primera estrófa que de un comienzo me llamó la atención. Un placer leerte. Felicidades.

 

amormejia, gracias por el realce de la primera estrofa de éste poema, lo cual realza la nobleza de la armonía y coincidencia de nuestro gusto por la poesía, razón y motivo de nuestra inspiración. Gracias por darme la oportunidad de saludarte y agradecerte, otra vez, tu valioso comentario.
Afectuosamente: Crimolem