Declaración ante el juez

[FONT=&quot]
[FONT=&quot]El universo – esa costumbre – es numeroso
[FONT=&quot]de entidades inútiles. La cobra cobra
[FONT=&quot]inusitadas cotas de contingencia en un zoológico.
[FONT=&quot]Los argumentos ontológicos
[FONT=&quot]no son apriorísticos; ya no.
[FONT=&quot]Ya son empíricos: cualquier gilipollez
[FONT=&quot]existe, señoría, cualquier cosa
[FONT=&quot]pensable: la tortura,
[FONT=&quot]quemarse por la patria,
[FONT=&quot]abolir por decreto la ley de gravedad,
[FONT=&quot]escribir estas cosas que yo sé
[FONT=&quot]que no son poesía...Todo es.
[FONT=&quot]Pero, mire, me muero y no querría
[FONT=&quot]perderme más pasados; ya es bastante
[FONT=&quot]no haber sido adivino ni verdugo,
[FONT=&quot]ni asesino, ni listo, ni abogado,
[FONT=&quot]ni torero, ni juez, ni jesuita,
[FONT=&quot]ni pederasta rico, ni feliz,
[FONT=&quot]ni aquel, en cuyo abrazo
[FONT=&quot]desfallecía Matilde, pero digo
[FONT=&quot]que me hubiera gustado todo ello,
[FONT=&quot]probar un poco de esas cosas fútiles
[FONT=&quot]que la exquisita educación de pobre
[FONT=&quot]que he recibido me ha impedido siempre
[FONT=&quot]tocar, oler, oír, ver y probar.

 

Con las falencias de la pobreza,
pero seguramente con la riqueza de esa educación de decencia y honestidad,
has elaborado este poema de descontentos y orgullos personales;
un abrazo,
edelabarra

 

Gracias por leerme, Eldelabarra.