Pedazos de eternidad

Un pedazo de pampa, un pedazo de monte,
un pedazo de cielo, nada más, yo te pido.
para poder beberme tranquilo tu horizonte,
después, deja que venga y me lleve el olvido.​

Un pedazo de río, nada mas, que humedezca,
mi torpe frente seca, al besar una estrella.
Un pedazo de sombra, tu ancestral sombra fresca,
después, deja que venga, y me lleve la huella.​

Un pedazo de tierra, nada mas, yo quisiera,
pegadita a mi alma, yo quisiera tenerte.
Con la flor que me des, haré mi primavera,
después, deja que venga... y me lleve la muerte.​

Marino Fabianesi​

 

uhhh. marino!! delicia la mia haber encontrado este poema y ser la primera en disfrutarlo!!!, una sucesion de cadencias ininterrumpidas, un tsunami de magia y candor, mil estrellas para tu versar!! abrazos compatriota!!!

 

que hermoso deseo amigo un poema exquisito muy bien logrado una fluidez bastante amena

 

Es gratificante abrir un poema y salir satisfecho del mismo. Enhorabuena

 

Infinitamente gracias Maria, humildes son mis versos, y cuánto me alegra que te hayan gustado. No sabes lo que agradezco conocer gente como tú a traves de la poesía. prometo en breve devolverte la visita.
Un abrazo...Marino.

 

Sibelius,¡gracias, querido amigo! conozco de tu capacidad, así que para mí es un halago tu comentario. Espero seguir alegrando tu corazón.
Marino

 

Antonio, justamente es la gran incertidumbre que uno tiene, cuando escribe algo.
Saber si el que lo lee, se siente tocado o nó. Tremenda alegría me has dado con tu comentario, te lo puedo asegurar.
Un abrazo...Marino.