Amanece

Amaneció al fin...

Quizás en donde estás ahora
no importa tanto un rayo de luz,
quizás no sea diferente a todos
aquellos que hoy te rodean.

Amaneció al fin...

Las aves surcan el cielo
con sus alas de fuego,
como mi mirada surca el infinito
buscando la silueta de tu rostro.

Amaneció al fin...

El sol se levanta de su cama de noche
comenzando su largo recorrido,
cual mis pies devoran años
esperando llegar a tu lado.

Amaneció, si amaneció al fin...

Puedo imaginar tu risa al viento
deshojando las nubes
sobre las cuales ahora
tus pies se posan.

Y amaneció... al fin...

Y quizás tus ojos son
la luz que me despierta cada mañana...

Y pienso quizás que se enternecen

al ver mi espalda doblada
y mis años añejos
colgando a la orilla del mar.

Al fin... Amaneció al fin...

Y mis ojos se cierran a cada soplo
de la mañanera y fría brisa...

Y mis ojos se cierran con cada gota
que salta en esta bella mañana.

Y si... si mi amor... Amaneció al fin...

Y mis dedos trepan la ausencia
de tu risa en mi ventana....

Y mis manos se consuelan
entre las arrugas centenarias.

Si mi amor... Si amaneció al fin...

Y la noche se fué como el canto
de la lluvia solitaria en mi alma,
dejando solamente esta trémula
vibración de acordes graves.

Sabes que amaneció verdad?

Igual que yo sufres en la distancia
la pena amarga de la muerte eterna?

Puedes si acaso pensar en mí un instante
cuando amanece y todavía recuerdo?

Sabes que son ratos de lucidez nada más?

Sabes que mi mente divaga entre el alzar e irme?

Sabes que te recuerdo un instante en no sé cuánto tiempo?

Al fin, al fin amanece, mi amor...

Y temblorosamente recorro mis dedos
para toparme con el aro infinito de tu amor.

Y lloro, y lloro al saber que amanece
y no puedes disfrutar conmigo
la belleza efímera de este instante
que cada día se presenta.

Y amanece... Y si… Al fin...

Pero tú ya no estás...

Y las aves surcan el cielo con sus alas de fuego...

Pero no estás... No estás... No estás...

Y te fuiste... Y no recuerdo el día
que nuestros hijos te lloraron...

No recuerdo nada...

Son sólo ratos de tomento
al saber que volveré a olvidarte...

Y me aferro a esa risa en mi ventana
a esa ausencia en mis arrugas
a esa ínfima presencia tuya en mi mente
a esa pena de perderte cada vez que te recuerdo.

A veces pienso que no sabes nada,
que donde estás la luz no llega
mientras sonríes eternamente
con tus dientes de porcelana,
mientras me desarraigo con los años
esperando llegar algún día a la paz
de este tormento cámbrico.

Amanece... Al fin mi amor amanece...

Y en este día sé que vendrás por mí
a sacarme de esta tumba plural
en la cual me encuentro siempre
cuando amanece.

Hoy vendrás con tus ojos pícaros
a decir que me amas
a decir que me extrañaste
tanto o más que yo.

Hoy vendrás, yo sé que vendrás
porque mi corazón no me engaña.

Amanece.... Ama...nece
y lentamente se apaga el fulgor
de esta fría mañana...

Al fin... Al fin... Amanece...

El sonido mañanero escapa
mientras la paz del silencio acecha
mi aquejada pesadumbre...

Donde están las alas de fuego
y el bullicio y la brisa?

Donde mis recuerdos se encuentran?

Donde estás mi amor perdida?

Donde estás mientras te sueño?

Amanece... Sólo amanece...

 

Una hermosa y gran exposición de sentimientos,
donde amanece el día entre sueños.
Me he perdido entre tus versos.

 

Amanece siempre la fe y la esperanza, amanece uno leyendo estos poemas tan bellos, te felicito y un gusto pasar por tus letras.
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