En la distancia...

Aún sigo hechizada después de conocerte, poderoso mensajero

eres portador de mi alegría.

Mi deidad venida a la Tierra.

Moriré sin recordar nuestras noches;

eres mi dolor, mi sufrimiento

mi ángel oscuro, y claro como lo que siento.


Mi Deidad venida a la Tierra.

Silencioso, descarnadamente altivo...

En la cercanía, asumo la lejanía

que nos separa, que

cruelmente desgarra mi alma

cuando esquivo tu mirada...

Yo te adoro... ¡Mi deidad venida a la Tierra!

 

texto exelente