Su cabello (décima espinela)

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A veces lo lleva suelto​

madura y bella mujer, ​

ignorante del poder​

de su cabello revuelto.​

Con su estilo desenvuelto,​

va brillando su color ​

y es una llama el fulgor,​

que enciende todo a su paso, ​

pues si la miro me abraso​

y yo me muero de amor.​

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Eduardo León de la Barra​

 

Ohhhh La-lá!!!
MI Sr.... pero que galantería este poema... todo un Don Juan!!!!!!!!!
Ede me encantó... tiene una dulzura magnifica, y ni que hablar de la sencillez... me gustan los poemas sencillos bien hechos!!!!

Bravoooooooooooooooooo Gran Poeta!!!!

besasossssssssssssssss multiples!!

 

Señor Eduardo, como siempre es todo un honor leerle. Usted es un grande de la poética clásica. Mis más sinceros respetos. Muy buen poema!

Un abrazo!

 

Muchas gracias, querida Anabelle,
tenés razón, hay que tratar de buscar la sencillez;
tus palabras me halagan,
un beso,
Eduardo.

 

Hermoso y dulce amigo poeta. Un lujo.
Te felicito. Un abrazo.

 

De grandes cabellos que enamoran por lo visto , ese toque de las mujeres bien dado.
Un gusto pasar por sus letras , nos vemos ,saludos y estrellas , besos.​

 

Muchas gracias, Jeison, tus palabras me halagan
es una décima espinela, porque su estructura,
con rimas del tipo ABBAACCDDC,
la inventó un señor Espinel;
Un saludo cordial,
edelabarra

 

Aplaudo con bríos!
Recibe un abrazo de este argentino.
Eduardo.

 

¡Uffa!, bravísimo maestro. Qué versos tan bellos, frescos y armoniosos, te aplaudo de pie.
Besos, abrazos y toditas las estrellas del celeste,:::hug:::

 

Ingenuos ternura en sus versos, pero grandes por su expresión. Y otra generosidad más suya poeta; explicar que es una décima espinilla..
Mi admiración Eduardo.

Saludos
Daniel

 

Muchas gracias estimado Pucinella;
un saludo cordial,
edelabarra

 

Muchas gracias por pasar por mis versos, querida Amy;
nos vemos, un saludo,
Eduardo.

 

Te imagino recostada, soñando
tus cabellos derramados en mi memoria,
hebras azabaches hechas gloria
si van sueltos me llevas atado.



Un verdadero honor leerte en esta romántica presentación de tus versos, liberandos como los cabellos que enamoran, vaporosos y bellos como tus bien conquistadas imágenes poéticas.

 

Hermoso , lleno de romantisimo
y sensualidad con un encantador
cierre, siempre un gusto pasar por
tan bellas letras mi querido amigo,
te felicito por ello, mis abrazos.

 

Me llevaste a la mirada que sigue el paso de una cabellera suelta en primavera...fabulosa tu forma de regalarnos esa postal.

(A propósito, si me hubieses dicho te habría prestado una de mis fotos de cabellos al viento...todo por sentirme inmortalizada en tu genio):::blush:::

Un abracito inmenso mi admirado Ed, y dejo estrellas para que le pongas de hebillas al caer la noche.

 

Todas palabras de un verdadero Caballero, mis respetos Edel.
Un placer leerlo, Saludos.

 

Muchas gracias, querida Amy, las mujeres no saben (a veces),
el poder seductor de sus atributos, mejor que no se enteren,
si no, estamos perdidos;
gracias por tus palabras;
un abrazo,
edelabarra

 

Muy bello y dulce siempre un placer leerle

 

Muy bueno el ritmo, se ve que es una característica tuya, la rima es impecable, no parece forzada, y viene bien para continuar el anterior que termina con el pelo alborotado, me gustó el juego de palabras con el Abraso.

 

Muchas gracias, estimado tocayo y compatriota;
otro abrazo,
edelabarra

 

Se nota que eres grande en la poesía y un gran conocedor de la clásica. Me encantó la sencillez y esa dulzura que empleaste para escribir estos versos. Por cierto, a mí siempre me gustaron las mujeres con melena. Gracias por la explicación de la "Décima espinela", siempre se aprende algo nuevo contigo. Un fuerte abrazo Eduardo y todas las estrellas.

 

Muchas gracias, querida Liz, es una décima espinela y me alegro mucho que te gustará;
si quieres leer buenas décimas, lee a Rubén Darío y ahí verás lo que era bueno... Un beso, querida amiga
Eduardo.

 

Muchas gracias estimado Daniel, además te agrego que es habitual,
aunque no obligatorio, que haya una pausa en el relato de la décima espinela al terminar el cuarto verso,
como que cierra una oración,
para luego emprender la segunda verseada de seis versos, de una sola parrafada.
Esto requiere un poco de práctica, pero así lo hicieron casi todos los grandes, de quienes aprendemos;
vaya como ejemplo, esta décima famosa:

“Ese del cabello cano
como la piel del armiño,
juntó su candor de niño
con su experiencia de anciano."

"Cuando se tiene en la mano
un libro de tal varón
abeja es cada expresión
que volando del papel,
deja en los labios la miel
y pica en el corazón."

Homenaje de Rubén Dario, a Campoamor.
​

Un saludo cordial,
edelabarra​

 

Bueno... ´quedarán más adjetivos en el repertorio de mi vocabulario para ti?

Eres un maestro en la poética clásica, y si todo lo permite.... estoy segura de que aprenderé muchísimo de ti...

Besos y un gran abrazo!


Nave

 

Estupenda décima. Como a mí me gustan.
Un abrazo. Xosé.

 

Muchas gracias estimado amigo,
es siempre un gusto recibir tus atentos comentarios;
un abrazo,
edelabarra

 

Muchas gracias, querida Greta,
siempre tus comentarios son amables y atentos
y es un gusto tu paso por mis letras;
un abrazo, amiga,
Eduardo.

 

Muchas gracias, querida Carmen, por lo que cuentas,
tu cabellera es también muy bonita;
tu paso por mis letras, siempre es muy amable;
un abrazo,
edelabarra

 

Mil gracias, querida Tuti, por tan acertado comentario;
no haber sabido antes,
hubiera sido el adorno perfecto para mi poema,
pero no quería provocar tumultos y exclamaciones;
Un beso grande,
Eduardo.