Los besos.

Los besos.



Hay momentos donde la eternidad se concentra en segundos.
Un cruzar las miradas y detenerse uno en unos ojos,
y profundizar hasta llegar a la mente, y tocarla con la mirada.
Así se puede vivir un instante y hacerlo perpetuo.
Es amar en un destello. Hermoso cuando es correspondido...

Quedamente se deslizan los besos por el cuello,
los hombros en su asombro, los codos dormidos, y las manos...
¡Ay Dios mío! Las manos que generan las caricias precipitadas.
Los erguidos pechos con todas sus banderas,
y unas caderas, como la caja de ébano de Pandora.

Hay momentos en que yo te hago mía,
extraña mujer, ligera flor del mediodía.


17 de Abril de 2009

 

Siempre... siempre besa la hermosura de tus versos, Carlos.

Estrellas y un abrazo entrañable. Y saludos, también.

 

Aquella ligera flor del mediodia, seguro vuela como una gaviota enamorada cuando tus besos y manos exploran su anatomia.

Hermoso poema!

Besos.

 

Siempre un honor tenerte por mis lares. Gracias por el abrazo, recibe el mio querida mia.

 

Hermosos son tus versos, Carlos y el cierre genial
Un placer haber pasado
Saludos cordiales

 

Excelente. Un placer poeta.

Saludos y admiración.
Daniel

 

Hermosos versos. Me han gustado sus imágenes y sobre todo el final. Un saludo.

 

Gracias Sergio por la lectura y el comentario. Abrazos.

 

Siempre es un placer tenerte en mis letras! Otra flor mas para la algarabia! Besos.

 

amigo que forma de plasmar tu pluma... gusto en leerte de nuevo.. saludos..

 

Gracias Daniel por siempre venir por mis letras. Abrazo.

 

Gracias amiga por dejar tus huellas. Besos.

 

Hermoso y dulce poema, que detiene el tiempo por unos momentos, para saborear ese beso, y adormecer los sentidos.
Un beso.

 

Gracias amigo por tu lectura. Abrazos.

 

Gracias hermos amiga por tu lectura. Besos.