La piedad de las piedras.

La piedad de las piedras.



Crece el musgo en los oscuros escondrijos del alma.
La lluvia del recuerdo, lentamente, se va tornando
en la tormenta que ahoga los sueños y mantiene a uno
desvelado por noches infinitas, el acoso de la conciencia.

Vamos desechando momentos por el camino de la vida,
instantes fugaces, acciones desmedidas, versos mal escritos.
Vamos y cada quien sufre sus únicas consecuencias,
las más personales peripecias y el saco se llena de esas piedras.

A veces yo aprovecho al río de la vida para que arrastre las mías,
para que las pula y les dé forma, y así alivianen su peso.
Yo las recojo río abajo, algunas se anclaron allí mismo
en el recodo del olvido, en la arruga del alma.

Pero, aunque no nos guste, tenemos que regresar a la faena
de recoger esas piedras, grandes y pequeñas, echarlas
en nuestro saco y completar el camino no andado.
Yo las acaricio con una ternura de madre,
mientras, aunque sea una sola lágrima, rueda por mi mejilla.





[SIZE=4]8 de Abril de 2009[/SIZE]

 

Y seguimos cargando piedras por tantos caminos andados; defícil liberarse de todas, en cuanto descargamos unas aparecen más y multiplicadas.
Excelentes reflexiones poeta, un placer leerte.

Saludos.
Daniel

 

Gracias Daniel por tu lectura e interpretacion. Abrazos.

 

Monumentales reflexiones pintadas con la rusticidad de las piedras que forman el camino del destino.... Sublime poesía, amigo Carlos. El placer de siempre.

Fuerte abrazo. Big.

 

Otro fuerte abrazo polar Big, gracias hermano.

 

Hoy tu poesía acerto en sus predicciones, un placer leerte
Un saludo

 

El placer es mio por tenerte en mis letras Fausthino. Gracias y saludos.

 

Siempre acariciando cada detalle de la vida misma y encerrando ese detalle en tus poemas... Encantada de leer siempre tus obras.

Un beso!

 

Gracias Roxy, tenemos que hacerlo es una labor de amor. Besos.

 

Buena reflexión poética sobre el sentido de la vida.Saludos.Pepe Junco

 

Acertadas reflexiones querido Carlos, versos muy bien logrados y de agradable lectura. Un placer visitar tus letras.
Estrellas y besos

 

Precioso poema, me identifico con este fragmento en particular y qué modo de decir ese tuyo

Yo las recojo río abajo, algunas se anclaron allí mismo
en el recodo del olvido, en la arruga del alma.

Una frase que me toca dentro.

 

Los que sòlo perciben dureza en la roca es que no han dado la vuelta, es que no han sentido al mundo girar... El canto rodado nos enseña la vida entera con su viaje... La ternura no le pertenece a los que no arriesgaron, a los que no encallecieron sus intentos, sino a los viejos peregrinos. Qué poema para reflexionar, hermano. Un real abrazo.

 

Gracias Pepe por tu paso por mis letras. Abrazo.

 

Gracias por tu hermoso comentario Nosty. Besos.

 

Gracias preciosa por ser parte del poema. Besos.

 

Muchas gracias por ese magnifico comentario! Besos.