Evasión a las rutinas

Hoy estuve en el mar con el abuelo
caminamos entre un enjambre de lanchas descubiertas
caminamos descalzos sobre la delicada alfombra de arena.

Mi abuelo iba feliz delante mío,
el viento caluroso alborotaba sus ensortijadas canas,
lo miré sonreir con alegría
y su sonrisa
se quedó para siempre
pintada sobre el cielo de la playa.

Ayer mi nieto vino a verme
su nariz irritada, le inducía al llanto.

Ya no somos gente de playa
si acaso un jardín muy reducido
donde algún limonar vive dormido
al lado de un naranjo citadino.

- "Guelo... ¿no me caigas"?-.

Lo levanto a mi cielo
y una lágrima se seca de aburrida
dos gorriones gorjean
dentro de un cielo azul
que se ha escondido.

De suspiros, se duerme,
viene la madre, pronta, por su crío.

Le acaricio el cabello
bella y llena de gracia
con dones maternales, ha crecido.

Me devuelvo a la brisa de la playa
El abuelo me mira...
ya no me mira con sus ojos cansados, cuidadosos
nos hemos vuelto hermanos
casi amigos.

 

BELLISIMO poema,muy dulce,sentir lo bello de la vida,el aire,la naturaleza,un respiro,saludos y estrellitas.

 

Gracias sol de la mañana.

Es un placer leer tu comentario amiga.
Beso

 

excelente amigo lo aplaudo

realmente me has movido sensaciones,

un abrazo

 

Paisano gracias por la lectura y el comentario.

perdón por la tardanza estuvimos con problemas de harware.

Gracias