Rostro de Vos (Leído por Sinuhé) - Homenaje a Benedetti

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Rostro de Vos
Mario Benedetti
1920-2009

Tengo una soledad
tan concurrida
tan llena de nostalgias
y de rostros de vos
de adioses hace tiempo
y besos bienvenidos
de primeras de cambio
y de último vagón.

Tengo una soledad
tan concurrida
que puedo organizarla
como una procesión
por colores
tamaños
y promesas
por época
por tacto
y por sabor.

Sin un temblor de más
me abrazo a tus ausencias
que asisten y me asisten
con mi rostro de vos.

Estoy lleno de sombras
de noches y deseos
de risas y de alguna
maldición.

Mis huéspedes concurren
concurren como sueños
con sus rencores nuevos
su falta de candor
yo les pongo una escoba
tras la puerta
porque quiero estar solo
con mi rostro de vos.

Pero el rostro de vos
mira a otra parte
con sus ojos de amor
que ya no aman
como víveres
que buscan a su hambre
miran y miran
y apagan mi jornada.

Las paredes se van
queda la noche
las nostalgias se van
no queda nada.

Ya mi rostro de vos
cierra los ojos
y es una soledad
tan desolada.​

 

Son tantos los poemas de Benedetti que me gustan...son tantos, y hoy, en esta voz tuya...cómo no llorar a nuestro Mario...cómo no llorar el vacío que nos deja aunque sepamos que su legado queda aquí pero Mario, ya no volverá a escribir y eso duele...duele.

Gracias por este homenaje al Maestro, por tu voz que se queda.

Fuerte mi abrazo a vos y a tu obra, toda tu poesía es como esa procesión que dicta este poema...

 

Mario, mi pobre Mario; taquígrafo y oficinista,
complicado como el amor breve y sencillo como el largo amor.
Siempre tendremos urgencia de vos viejo querido...

​

 

Triste el momento. Precioso el poema y tu voz.
Un abrazo y un vacío por esta soledad tan concurrida.

 

Acércate a la soledad Azul, salgamos en las procesiones...

 

Sinuhè, vaya! que llegan, le diste la intenciòn presisa...como lo que es, una despedida, y estos que has escogido, son hermosìsimos.

yo, lo leo, lo leo cada noche, cerquita de mi almohada.

Gracias por dejarnos disfrutar estos versos del maestro en tu voz.

 

Gracias por llegarte, por dejar tu huella amiga...

 

Desolación, ha dejado su pluma, y volado el corazón...
.
.
.
.
.
.
.
Gracias.

 

A mi me pasó, que cuando murio Darwish lloré mucho. Me detuve por ahi, en el primer piso de esta, mi casa, y me cubrí la cara y comencé a llorar por los últimos trenes. Con Benedetti fue, pararse por ahi, en un aparador donde hay mucho aparato electrodoméstico...y pensar esa soledad tan concurrida, y me veía como un espectador muy callado o de verdad desolado, tú sabes. Uno es sólo eso. Uno lee y de pronto se hace cómplice. Alguna vez me ha sucedido contigo, lo sabes. Es en verdad jodido, o raro. Más lo primero que lo segundo.

Ah, y tu voz...sí, tu voz. Me alegra conocerla al fin. Estaríamos a mano, sin estarlo... ​

 

Desolación, tú lo has dicho. Concurrimos...