Aún me odias

Hoy nos encontramos
fue algo recio e inesperado.
No dijimos casi nada
las palabras sobraban.

En tu rostro el resultado
de rencores pasados.
Las cicatrices en tu alma
aún sangre goteaba.

Por mucho que olvidamos
y por que pudimos gritar.
Por mucho que lo amamos
su muerte no pudimos evitar.

Hoy no me perdonas
que me haya hundido en el barro.
¿Recuerdas? ¡Fuiste tú la que me hiciste a un lado!.
Ahora no tengo la culpa de haberte olvidado.

Me dejaste atrás porque de tristeza estaba embriagado.
Después me buscaste, cuando no había nadie a tu lado.

Lo siento. He cambiado... ¡te perdoné y me he perdonado!.
No me condenaré a vivir en un llanto.
No acepto deshonrar su memoria odiando.

Si me deseas algún mal... ¡ése es tu trago!.
Aprendí a perdonar. Así muestro a mi hijo que lo amo.

Nuestra historia es pasado... vive con eso.
Que por mi parte... viviré amando.

 

Hola!
Justo lo que me gustaria expresar, me agrado un gusto estar aqui, saluditos.

 

Gracias por la visita y comentario.

Saludos

 

tristeza infinita en ese rencor y reencuentro inesperado.
muy bueno.
Cariños

te dejo mi última poesía si desas leerla
http://www.mundopoesia.com/foros/poemas-de-amor/223137-sin-quererlo-sin-buscarlo.html

 

Gracias por tu comentario Almita.

Cuando aprendí a pedonar, fue como si tuviera un nuevo respirar.
Volví a sonreir... Gracias a Dios no me dió por cantar. (según testigos, tengo voz horrible)

Saludos.

 

Admiro ese ejemplo que le brindas a tu hijo, aprender a perdonar.
Muy buen poema.

Un beso.

 

Violeta. Gracias por tu visita y comentario.

El perdón es infinitamente dulce. El que lo otorga descansa, al igual quien lo recibe.

Saludos.

 

Una excelente reflexión amigo
siempre debemos perdonar
aunque este acto no sea correspondido
un versar cargado de sentimiento
fue un gusto haberte leido
saludos cordiales

 

Gabral Goth. Gracias por tu visita y comentarios.

Saludos.

 

Te felicito amigo, gran paso del hombre físico al hombre mental para logar al Espiritual.
Un abrazo,
Rosario

 

Es un nuevo respiro, Rosario.

Es maravillosamente grato por las mañanas.

Saludos.