Cartas viejas

Cartas viejas sobre la mesa

líneas a nadie, jamás expuesta.

Fragmentos de lo que reza

y un sello de “No respuesta”.



A la hora de partir

líneas he de escribir,

pues las palabras no quieren salir.

Regresaré, pero hoy me he de ir.



Prefiero partir a ver que tienes que irte.

La soledad que esto conlleva es tácita

pues aún en la distancia la mente recita.

No deja de pensarte, ni de escribirte.



Estoy seguro que se perderán las misivas.

Más no son para nadie, para mí las escribo

ya que el amor con sus llamas abrasivas

No dejará nada, ni constancia ni recibo.



La mayor parte...





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Bonita forma de expresar la melancolia.
Hay mucho sentimiento detras de tus palabras.
Rafael

 

recuerdos que llenan cada rincor de nuestro ser, y esas cosas no vividas...

 

Gracias por leerlo y comentarlo Rafael.

Saludos.

 

Gracias Mineny por leerlo y comentarlo.

A veces, solo a veces, duele más lo que hubiera sido a lo que fue.

Saludos.

 

Cartas guardadas...sentimientos encerrados...
besos
Rosario

 

Gracias Rosario.

Saludos.

 

Bonitos versos,
expresión de tristeza y melancolia...
Rafael

 

Sensación en la garganta al leerle...sentidas misivas amigo...ah te alcanza la melancolía...y se deja sentir...saludos cariñosos...Mariela

 

Estas cartas viejas traen a mi mente recuerdos y reflexiones. Es escribir definitivamente una catarsis. Muchas cartas curan aunque no sem manden. Un abrazo y mi admiración.

http://luismmurillo.blogspot.com/ (Página de críticas y comentarios)
http://luismariamurillosarmiento.blogspot.com/ (Página literaria)

 

Gracias Rafael.

Muchos sentimientos se atoran en la garganta, otros se avejentan en el papel.

Saludos.

 

Gracias por leerlo y comentarlo Mariela.

Un abrazo.

 

Nuestro mejor destinatario es precisamente uno mismo.

Gracias Luis, por leerlo y comentarlo.

 

Lo que pudo haber sido y no fué, siempre se queda enorme en el recuerdo por que no tubo la ocasión de morir en el intento.
bonitas letras compañero, un saludo cariñoso. Alba

 

Gracias Alba, por leerlo y comentarlo.

¿Cuantas veces no habremos declarado nuestro amor en silencio?
¿Cuantas otras no solicitamos un empleo mejor en nuestra mente?
¿Cuantas veces...?