Las vÍctimas de hermosillo

LAS VÍCTIMAS DE HERMOSILLO​

La parca nos mostró su faz malsana
con su guadaña cruel, fatal e impía
y pérfida eligió la guardería
para su vil acción de esa mañana.​

En la modesta escuela mejicana
que tantos chamaquitos recogía
de llamas y de humo se vestía
para robar sus vidas, inhumana.​

¿A quién se ha de achacar? ¿Quién fue el culpable?
A tanta triste madre ¿Quién consuela?
¿La muerte ha de ser siempre inexorable?​

La ley lo ha de juzgar, y cuando hable
sabremos el porqué en aquella escuela
se llora una desgracia inconsolable.​

AGUSTÍN​

 

Qué cosa más espantosa. Yo elevo una oración...

 

Esperemos y la ley lo aclare como debe de ser.
Agustín, muchas gracias por la solidaridad al pueblo hermano y como dice Sinuhé hay que elevar nuestras plegarias;
muchas gracias por tu buen soneto;
un fuerte abrazo.

 

Algo verdaderamente triste cada angel que se suma, solo espero que la esperanza y el consuelo lleguen pronto ....

 

Amigo Sinhué:
Lo mismo hago yo. Por esos niños cuya imagen no se borra de mis ojos y porque Dios de conformidad y consuelo a esos tristes padres.
Un abrazo
AGUSTÍN.

 

Estoy segura que se encuentran en el sitio más hermoso del universo.
Yo tambien levanto una plegaria por ellos, y otra para que este horrible acto no quede impune.
Un beso.

 

Estimado Jesús:
Siempre os he considerado como hermanos, pero aún más cuando esos hermanos sufren tragedias como la que ahora comentamos.
Seguramente fue sólo un descuido, una falta de precaución, pero matar por descuido también está penado. ¡Esos niños....!
Abrazos
AGUSTÍN.

 

Me siento agradecida por tus palabras, por la nobleza de tu alma estimado poeta...

Abrazos sin limite mexicanos,

 

Gracias, "Suspiro" (no acepto que sea el último)
Cada vez que toco este tema no puedo evitar un estremecimiento al pensar en esos ángeles que citas, ennegrecidos por un fuego inmisericorde.
¿Pero se sabe ya quién fue el responsable?
Un dolorido abrazo, mi querida amiga mejicana.
AGUSTÍN.

 

Saludos Agustín.

Soy de Hermosillo y leí hace un año tu poema. Te comento que a la fecha (un año después) Las cosas no han mejorado.

A esa tragedia se suma ahora la tragedia de la indiferencia y maltrato a los niños (y sus padres) sobrevivientes. Algunos quemados y desfigurados de por vida, otros con problemas pulmonares por el humo al que estuvieron expuestos. Comentan los padres que las autoridades no solo no les han ayudado sino que han tratado de comprar su silencio.

Sigamos rezando por los niños que murieron y por los que luchan cada día por recuperar su vida.

 

Estimado Alberto:
Me dejas desolado por tan amargas noticias. Desolado, pero no extrañado ya que por desgracia es lo normal que así ocurra en estas tragedias (también con lo de Haití y Chile más reciente). Al principio se interesa la prensa mundial...pero luego se olvida y quedan solas las víctimas en el intento de recobrar la normalidad.
Lo que ocurre es que cuando es una catástrofe natural, como es un terremoto, parece inevitable, pero no debería ocurrir cuando es por causa de negligencias o malversaciones humanas.
Sí, debemos seguir rezando por esos ángeles que hallaron el Cielo a costa de unas llamas infernales, pero eso no quita para protestar, como tú haces, por ese olvido que es reflejo de la injusticia de los hombres.
¿Se sabe ya quién fue el responsable? Por lo que me dices, creo que no. Y lamentablemente supongo que nunca se sabrá.
Está claro que, salvo raras ocasiones, este mundo no ofrece consuelo a los inocentes....
Un fuerte y dolido abrazo.
AGUSTÍN.

 

Espero sepáis disculpar, estimados ROSA AMARILLA Y GUADALUPE el retraso en agradecer vuestros comentarios a este triste tema.
Un fuerte y sentido abrazo
AGUSTÍN.