Una mañana cualquiera

Miro por la ventana.
Llueve...
Las gotas chocan contra el cristal como alfileres.
!Como me gustaria ser agua¡
La lluvia tiene su encanto misterioso y clandestino.
En un arrebato de cordura salgo a la calle,
he de oxidar toda la melancolia.
Cierro los ojos. Extiendo mis brazos al cielo...
Mientras, mi vecino curioso obserba desde su atalaya.
Debe pensar:
Es cierto lo que se comenta;
ha perdido todo lo que se puede considerar propio...

 

como siempre tan inmensa para mi siempre es un gusto leerte.

un beso.



"La biblia nos enseña a amar a nuestros enemigos como su fueran amigos, problablemente porque son los mismos"

Victorio De Sica

 

Interesante es tu poesía corto pero intenso.
Un gusto