Un Hombre

Un Hombre




En estos tiempos de miedo y de sigilo,
de esta humanidad que habla,
camina, come y respira y duerme
y clama en su vacío al Dios milenario
rociando sus manos de llanto, su fe
desparramada en altares, pesares,
imágenes de muerte y desdicha,
y rezan y pagan y siguen
vacías sus procesiones, con su millar de gentes.

Él dijo abolición, destierro y entierro
del arquetipo inútil del Hombre: Deidad.

Sintió la libertad del caminar descalzo
y el cosmos hasta donde alcanza la vista,
un viento frío en la frente y un metro de mundo
por tacto, liberado
el hombre Vio
desde sí y hasta sí, contemplando extasiado,
reuniéndose a sí mismo en su Misterio,
prendiendo antorchas al templo encontrado.
Asombro, es infinito asombro,
la búsqueda es su asombro,
anduvo perdido buscando no sé dónde,
no se en qué papiro
su divina herencia, la divina interrogante,
para que apareciera de la nada
de la rosa una rosa,
del polvo el polvo
y da consigo en un paradero insituable,
descubre pequeñas migajas, se mira en su átomo
admirado por primera vez,
cierra los ojos,
no era nada, ve al Hombre
desde el Hombre.

 

Jaime..., un agrado leerte y en coincidir contigo en la búsqueda compleja que se ha empeñado el "hombre" por siglos, encontrando u y superando sólo pequeños y salpicados detalles de su esencia......, que es la que pretendo abrigar......, un abrazo.

 

Amigo Jaime.....el Sigilo Andar Del Hombre, Por Los Caminos Andantes, Nos Hace Los Caminantes De Angustias Y Delirios
Saludos Amigo...hermoso Poema

 

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La inmensidad. Poema grandioso que posibilita tantas dimensiones... sin perder de vista la pequeñez del Hombre, que a veces se expande, como en este caso tu canto Asombroso.

Un beso, Jaime.

 

Maravilloso!!!!!!!!!!

En realidad esta humanidad que habla,
camina, come y respira y duerme
y clama en su vacío al Dios milenario
rociando sus manos de llanto.

Bien escrito buen poema.
Te felicito !!!!!!!!
Saluditos.
ADRIANA RUBIO​

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