Jennifer López y yo... historia real

El día de mi primera cita
después del divorcio
en la puerta unas rosas y margaritas

-Espere en el auto
que aquí esta hecho un desorden-

Después de quince minutos
sale Silvia la bella dama
con tres cachorros detrás de ella
-Vamos a pasar donde mi hija mayor-
(Pensé que se quedarían ahí los mozalbetes)

Llegamos a casa de la muchacha
abrió la puerta de mi carro y acomodó su trasero
en el asiento de los pasajeros

Y dice Silvia la pretendida
-¿a donde vamos?-
Yo le digo
-A bailar salsa... en eso quedamos-
Ella dice
-Yo conozco un lugar que te va a encantar-

Yo dije Dios mio
solo pensé en la credit card que cargaba en mi bolsillo

El sito era encantador...
y se veía muy bien
era como el cementerio de lo billetes de a cien

Ella dijo alegremente
-Aquí podemos bailar mientras lo nenes se alimentan
porque por salir con usted no les hice de cenar-

Solo pensé con resignación
-No está mal el lugar
para ser la vez primera
pero a como me va a salir bailar cada canción-

Bailé con la mano en el corazón
y la otra en la billetera

Cuando llegó la mesera
mami les dijo que pidieran algo sencillo
ellos pidieron para cada uno
una langosta entera
y un trozo de filet mignon
¿Aperitivos?... cócteles de camarón
Ah... y una botella de champaña Don Perignon

Cuando salimos del restaurante
creo que salí hasta miope
pero quise ver el nombre de ese lugar
donde habían torturado a mi economía

Era para sorpresa mía
el restaurante de Jennifer López

P.D.
Me olvidaba contar que a los quince minutos de estar en el restaurante… apareció en nuestra mesa, como por arte de magia, el novio de la hija de Silvia

 

Vaya bailada que te dieron... jajajajajaja... Un fuerte abrazo, Oscar.

 

joder, que debiste gastar una fortuna eh? Jajajajaja...bueno, me ha causado algo de risa, hay veces que por quedar bien en una cita hacemos hasta lo que no debemos, aunque esto nos afecte en nuestra economia.
por otro lado el hecho de que nos permitieras saber algo veridico que te ha sucedido para mi, es sinonimo de nobleza y valentia.
muchas gracias por permitirme conocer esta historia.