Ódiame

La soledad me enseño mil maneras de vivir,
mil partes de subconsciente, mil partes del ser consciente,
mil partes de mí.

Me enseño a rendirme al devenir del tiempo a base de arrancarme el juicio,
me enseño a dejarme ir para así traer a mi vida cientos de historias
esperando siempre el momento en que yo podría darle un sí.

La soledad me enseño a ocultar recuerdos,
a omitir días, años, calendarios...
Y me di cuenta de que si una recopila tanta información
no asimila igual los datos y te borras mientras duermo.

Ahora todo lo que hago, digo y pienso se encamina en la misma dirección,
cada acto, cada palabra pide a gritos que me odies,
que te vayas, que me olvides, que no vuelvas a pensarme así.

Porque no puedo salvarte, ni escucharte, ni mirarte,
ni pensar en ti sin sentir que no podré.

Porque veo esa luz que irradias y me da por apartarme.
Pedazos de mi alma van anclándose en tu piel
la devoran, la penetran , la pudren y sonries…

Ódiame. ​

 

La soledad en muchas ocaciones se puede convertir en ágil herramienta para modificar nuestras vidas. Excelentes letras amigo. Un cordial saludo.

 

No la odies tanto, y verás cómo y de que manera te amas un poco más, un abrazo

 

Gracias amormejia, creo que tienes toda la razón.
Orfelunio creo que no entendiste del todo el poema o yo no entendí tu comentario, me alegro que te haya gustado. Gracias por pasar
Natalia