La guerra...

Al final de la guerra, no te queda nada...
las flechas que arden y caen del cielo como estrellas
las lanzas con punta de hierro, su brillante filo...
Ya muchas han herido tus alas... tus plumas se tiñen de rojo
y poco a poco pierdes el equilibrio, no soportas tanto dolor...
tu fragante cuerpo ahora huele a muerte, tierra y sudor
y te arrastras como las serpientes, por una oportunidad...
tus manos llenas de sangre, heridas están...
las uñas casi despegadas, ya no pertenecen a la carne
la tierra cubierta de un tono carmesí que tanto conoces
aún asi, te apoyas sobre el piso, intentando levantarte
¡Ah! Pero cuán doloroso se ha vuelto extender el brazo,
cuán difícil se ha vuelto respirar... te sigues arrastrando
Dejándo tu huella... tus plumas ahora rojas...
Cuánto arde cada lagrima que resbala en tu rostro?
Cuánto arde aquella lágrima que perdida va?
Cuán larga será la espera? Cuánto tarda la muerte en llegar?
Ya no alcanzas a ver nada con tus ojos... y aun asi, luchas
¿Por qué no te rindes ya? Sólo quedan minutos.. quizás segundos
¡Ah! La guerra estalló...
Cierra los ojos, cierralos ya... si te levantas ahora,
nada bueno te puede esperar...
¿Qué haces? ¿Cómo lo haces? Te veo arrodillada ya...
Pero cuanto resentimiento en tu rostro hay...
y ahora diriges tus manos hacia las lanzas, que perdidas
entre tus plumas se encuentran... las flechas de oro deben pesar..
¡Qué fuerza! ¡Que valor! ni el más valiente de mis guerreros...
pero... ¿qué es eso? Manantiales, que tiñen tu cuerpo...
¡Rojo vivo! Pareces volver a perder el equilibrio...
Ahora, un pie delante, apoyate en él,
te veo y no lo puedo aún creer... ahora estás de pié
¡Ah! La guerra está a punto de terminar...
Un paso, que marca cada recuerdo...
uno tras otro, quizás lento.. ahora más rápido...
Recuperas la fuerza, aun no sé como lo haces...
Espera, ahora me bañas en sangre, ha sido lluvia
lo que ha salido de tus alas... tus alas que se han abierto...
Pero aún así, con la fuerza que aparentas tener...
Lo veo, bajo tus sucios cabellos está, es el dolor de tus ojos...
Ahora tus pies ya no están en tierra, es difícil, al principio
vuelas como pajarillo que extiende por vez primera sus alas
pero te acostumbras nuevamente, te elevas firme...
mostrando cuan fuerte puedes llegar a ser, mi pequeña...
pero ¡Oh Pobre! Te cuesta ser ágil, te cuesta evadir...
Miles de flechas te han atravesado antes de poder algo decir
Tu cuerpo ya no se sobrepondrá.... tu sangre ahora se va...
¡Ah!Te lo dije, la guerra ha terminado...
No has salido vencedora, pero tampoco nadie te ha vencido...
Y yo, yo he venido a cuidarte... mi pequeña... mi angel... ​

 

Es una gran metafora, que no pude descifrar a quien y con que motivo a sido dirigida, pero que esa misma forma de ocultar la verdad tras las letras, hacen que uno relasione todo lo que lee con la realidad,, me gusto mucho leerlo, y te felicito por tu escrito... Gracias por haber por el comentario en mi poema y me alegro que te haya gustado... un saludo enorme...

 

Agradezco mucho tu comentario, un saludo enorme!