¡Al fondo, justo al infierno!

¡Al fondo, justo al infierno!

La sangre golpea en la puerta. ¡Abran!
Quiero verterme sentencia. ¡La puerta!
¡Ábranla ya, quiero pasar por el filo del
alma! Y el cuchillo abrirá la carne que
escribirá borbotones a bocados de rabia.

Voy a ahogar las entrañas en el cetro
de Dios, y apostar mi discordia reclusa
en las gargantas que oprimen el mundo
del mismo Amor. ¡Malditas sean tus musas,
Altísimo, soy tu producto Buitre vengador!

La garra enzarza la puerta. ¡Abran!
Quiero descoser vena a vena el ansia
de Creación. Quiero quedarme al límite
de ninguna vida y correr al sepulcro
donde enjuagarme en cenizas de corazón.

¿Es que no me van a abrir la puerta?
¡Que no es al Cielo, sino al Infierno
a morir con él! Ya lo abandonaste
a Tu Divina desgracia. Y ahora sí
que me toca mover : me saco el cuello,
tiro la puerta de un golpe, subo
un momento a mancharte de sangre
Tu Cielo, y me bajo a pudrirme
al infierno con el único Dios
a quien Amo, por quien vivo
y muero. Con mi único Creador.
Y ese no hace llamarse de renombre
Grande. Porque ya se llama Amor.​

 

Cuanta fuerza hay en tus lineas, Marina.

Me gusto el final en especial, completamente de acuerdo con vos. Este si se siente, no como el otro.

muy original eh, como una brisa que refrescaaaaaa!

Por esto yo ya me uni al club de fans jaja+

saludos,

 

Muchas gracias, Calix. Las tormentas internas que a veces sobrevienen, a nosotros, que escribimos, no nos queda otra forma de aplacarla que entregándonos a ella en versos. Así somos, revolucionarios de la mente y del alma. Así es la Poesía.

Gracias por pasar por aquí. Un abrazo muy muy fuerte.

Marina.

 

Marìna, muy sèntidas tùs letràs y pùras, me dejàs sùmamente alùdido, y te dìgo nùevamente: Aunque en la vìda pasèmos por dùras pènas vale, la pèna vivìrlas!!.. Es ùn ìnmenso hònor leerte, saludos y un abrazo!!!

Wilmer!

 

Ahhhh... este poema, no se puede calificar ni de bueno ni de malo ni de nada. Simplemente no se puede calificar. Esta sobre toda calificacion posible. Primero en 3ra persona, luego en 1ra, luego en 3ra. etc... (...)

Debo ser honesto en cuanto a algo... luego de haberlo leido... se me oprimió el pecho de una manera que solo atiné a gritar (literalmente) para poder soltarlo. Fue una rabia que sentí, que me dio. No puedo explicarlo. Solo tuve que desahogarme de esa manera -que rudimentaria no?-

¿Que mas te puedo decir Marina? Ya me debes demasiadas palabras. Has de devolvérmelas cuanto antes por favor.

Muchas gracias.

 

Marina... ya lo había leído varias veces, y es que para poder sentirlo, es necesario leerlo y releerlo. Hay en tus versos una tremenda fuerza, inigualable, inimaginable, que solo tú puedes transmitir. Uno lee y se pregunta ¿de dónde nacen estos versos, en que lugar del corazón habitan estos sentimientos? Y la respuesta es tan sencilla y compleja a la vez.
El amor es ciertamente una manifestación de Dios, y sí, es tan contradictorio que nos puede elevar a las cumbres más excelsas o hacernos rodar a los abismos más profundos.
Por eso, este poema es tan precioso... porque lleva en él la transición del cielo al infierno... y todo por amor.
Que belleza.
Un placer estar aquí
Besos
Gustavo

 

¿Por qué las calificaciones no llegan más que hasta el numero diez, cuando hay gente que merece mínimo un mil como nota?

Me he angustiado, se me ha puesto el vello de punta y, sobre todo.....te he admirado.

Un besazo niña de ojos verdes.

 

vehemencia..un arrebatador torbellino de pasion , de entrega crean tus versos
que golpean de apoco el sentir..dejan huella de su paso..

Contundente ami parecer..

Un gusto leerte tan explosivo grito..
Saludos

 

Dolor de ave fénix, es el mejor título para este sufrimiento crítico de tu poema.

 

¡Muchas gracias, Will! Gracias por seguirme en mis poemas, en compañero, en darme muchas alegrías con esa gran simpatía que tienes y, en definitiva, amigo mío, por todo lo que derrochas de dulzura con todo el mundo.

Un abrazo muy fuerte, Will.

Marina.

 

¿Te debo demasiadas palabras? Pues...con estas tuyas creo que ya no te debo ninguna, porque aunque las tenga no te las voy a dar. No puedo. ¿Entiendes por qué? Porque no puedo. Ya lo sabes.
Una cosa sí te diré, desde que te he conocido jamás he dejado un instante de sorprenderme. Hoy día, sigo haciéndolo. Porque tú sabes, mejor que casi nadie, tantas cosas de mí. Y sin embargo, a pesar de tanta distancia, no elegí mejor a otra persona que tú para saberme los peores dolores y las mejores venturanzas. Gracias, amigo mío, por tanto que sin darme, me has dado.

Marina.

 

El amor, querido Gustavo, es inefable, y en mi expresión, cabe Amor en el Infierno, en el Cielo, y en la Tierra. Porque todos están hechos de amor, distinto, pero Amor. En la tierra, la carne, en el Cielo, la Luz, en el Infierno, el fuego. Y bien sabemos que es ser humano es carne, luz y fuego...

Gracias, podría decirte más, pero tú lo has dicho todo. Gracias por verme más allá de las palabras.

Un abrazo.

Marina.

 

Porque para eso estás tú, para calificar sobre infinito. Así eres y así has nacido. Infinita.

Gracias...Anita, mira que eres..."puñetera"...jajaja

Marina.

 

Pues si a tu parecer es contundente y arrebatador como un torbellino...cierro los ojos y sonrío ¿te importa? Es que estoy cansada de dar gracias a lo que no puede llamarse gracias porque es una emoción superior.

Un abrazo muy fuerte, Ice.

Marina.

 

Ay, nostalgia, tú que con ese nick llevas la profundidad de la melancolía...seguro que sabes muy bien que acabé, al escribirlo, destrozada, derramada...y vacía de tanto ahogo. Muchas gracias por esta declaración.

Un abrazo muy fuerte, lindisima.

Marina.

 

"Dolor de ave fénix"....me encantaría que me lo explicaras. No porque no lo imagine, sino porque adoro tus explicaciones.

Gracias por estar siemrpe conmigo, Ricardo.

Marina.