...No lloro por la ausensia, la ausencia llora por mi...

Jugando con mi reputación,
La tarde de mi amor,
Las dudas, el licor,
Me encuentro al interior,
Abasta indecisión,
Que un rio, rio yo…
Ahogada en el dolor,
Ausente rayo sol.
Remolino bajo mi sillón,
El alma poema…
Par de monedas rodando surgen la nada,
Limites lejanos a mis manos,
Tacones, minifaldas, locos escotes,
Por quien chifla el viento, cae la noche, mueren besos;
Quedando escombros del silencio.
Decadentes olores a inocencias,
[I]Se pasean, se denudan,[/I]
[B][I]Finalmente se desechan.[/I][/B]​

 

Me causa esa congoja tremenda, ver a un amigo, de gran
corazón, poniéndose guapo, arreglándose el cuello, ajustando
firme la corbata, y cuando se mira al espejo se da
cuenta de su inmensa soledad.

Buen poema.

Saludos.

 

Las imagenes que nos ofreces, son excelentes, dama.
Las descripciones tienen el punto exacto en la mezcla de incertidumbre y precisión que se forma en la idea del lector.
Trasladas al lugar que deseas sin forzar.
Excelente poema.
Tiene usted allí una fortaleza literaria que, si se sabe como, puede ser muy bien utilizadda.
Saludos de una princesa.
​