Café difunto

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Café difunto




¡Silencio!, que todos se callen,
que hablen las sombras
de ánima inmortales;

que lo médium abra paso,
que cobren para el caso
y nos echen las cartas
los echadores que en sarta,
hacen que hable el asunto
en boca que no se harta
simulando ser el difunto;

y cobrando a la carta,
citan a Marta
que labora el conjunto.

Resucité, soy yo, tu hermano,
tu padre y tu abuelo;
tu tío y tu tía, tu duelo;

estoy con vosotros, a mano,
disfruto un café y regreso a mi cielo.​

 

que bien poeta, esta voz recia me ha encantado, excelente felicidades

 

Grandioso poema, un saludo y mis mejores deseos.

 

Muchas gracias Francisco y César por pasar.

Es hoy el día ése?, o es el lunes... jejeje :::sorpresa1:::, un abrazo

 

Poesía ectoplasmática con algo de superchería para los incautos y crédulos. Un viaje con nítidas imágenes. Mis saludos y estrellas para ti.

 

Muchas gracias sergio por tu comentario... ecto qué? :::sorpresa1:::, un abrazo