Mujeres de la vida, mujeres de la muerte

El tiempo no importa,
las lunas pasan rápido,
siempre estaré allí esperando.
Pobres mortales que desperdician su vida,
tienen todo tan finito,
desperdiciando sus vidas,
en no vivir su corto tiempo,
el no arriesgarse ante los retos.

Sus vidas se gastan lentamente,
y los ríos de su sangre se secan tan rápido,
el tiempo para otros avanza rápido,
mortales, mortales,
el tiempo no avanza rápido.

Sus vidas son solo ilusiones,
estar cerca de ustedes, es tan fatuo,
hay algunos que creen amar,
y les vez como contaminan el rio de la vida,
con pestes, opio y miseria.
Humanas ustedes que luchan por vivir,
pero se encierran en sus cuartos,
huyendo de la vida,
dejan que se consuman eternas,
esperando a que me clave en sus cuellos en una noche fría.

Perdidas esperando el príncipe amado,
y no ven que a su lado, está el eterno cautivo,
esperan amar, pero temen sufrir,
esperan vivir, pero temen descubrir.

Dulce néctar que me dan,
ríos dulces de amor;
dios perdido que encuentran,
mujeres de la vida,
mujeres de la muerte.
Compañía dulce,
de mi alma perdida,
mujer que deseas ser acogida,
humanas, entregadas a los brazos de la muerte.​

 

Si, si, ¡qué razón tienes, Vampiro Fantasma!. La vida y el amor hay que vivirlos sin temor, agarrándonos a que lo único cierto que tenemos es el presente. Lo que hoy no vivamos puede que nunca llegue... Un placer leerte, Daniela.

 

Un placer tenerte en mis letras