Brumas

Lluvia.
Lluvia intensa
que purifica
mis sentidos....
Me dejo llevar
por su encanto.
Me embelesa.
Me atrapa.
Y mi alma se llena
de una infinita paz.
Después, el silencio.
Unos trinos de pájaro
y el repiquetear
de las últimas gotas.
Despiesrto a la noche ....
espero la llegada
de la dama nocturna.
Ya no llueve.
Pero me he perdido.
No sé regresar.
No quiero.
No siento nada.
Una mano helada
recorre mi cuerpo.
¿Quién es?
No lo sé.
No me importa.
Suaves latidos
me invitan a seguirlos.
¿He de volver?
No.
Déjame.
....Ese corazón....
se apoya sobre mí....
Me llama.
Y sé que iré.

 

Magnífico poema, al que vas envolviendo verso tras verso de un halo de misterio hacia donde te llevarán tus pies en ese recorrido... la bruma está en tu interior, me parece, y marca la deriva que lleva tu poema. Muy bien pautado.
Felicidades por la delicada manera de narrar.