Danza crepuscular

El mar quieto respira en rojos
la postrera luz de un sol que muere,
dulce y suave un jazz viste al aire.
Las parejas ofician sus ritos secretos,
los cuerpos se ansían, se buscan, se aman
La bella terraza se alumbra en fulgor:
Los pasos se muestran serenos y bellos
ríen tu cuello, tu torso, tu voz.
mis manos se oprimen queriendo sentir.
Tu talle, tu vientre quieren mi abrazo
Los besos que llegan me prenden a ti.

 

Hola Martín. Me ha gustado mucho tu poema, te desenvuelves bastante bien. Las imagenes que has escrito son muy descriptivas y sencillas, un buen poema no necesita nada más. Si me permites un breve consejo amistoso, te diré que si cuidas una buena rima, lo vas a clavar.

Un saludo!!

 

gracias por tus conceptos, por tu visita
aprecio tu mensaje, amigo

 

Martín; es imposible no quedar fascinada con las imágenes de este poema.

Un abrazo.

 

El ritmo del baile se alegra con su visita.