Mis sueños.

Los sueños son traicioneros.
Habitantes del alma que viven de emociones.
Siempre al acecho, para rebatir
todos tus argumentos y razones.
Te pasas media vida combatiendo con furia
aquellos sentimientos que sabes imposibles.
Piensas que lo has logrado, que ya no te dominan,
te sientes orgulloso de haberlos superado,
de no sentir ya pena por lo que antes te hería
y das, alegremente, el caso por cerrado.
Pero ellos no descansan, no aceptan rendiciones.
Saben que no es verdad tu pretendido olvido.
No entienden de clemencia, no ponen condiciones.
Son gélidos notarios de tu propia conciencia.
Y cuando, cualquier noche, te acuestas en tu lecho
dejando que el cansancio embote tus sentidos,
te duermes, y ellos vienen, cual viscosos reptiles
y sacan a la luz lo que oculta tu pecho.
Más tarde, al despertar, te domina la rabia
al ver que se derrumba tu querida muralla
hecha a base de adobes de falsa indiferencia.
Pues has de confesarte, por mucho que te pese,
que esta noche, otra vez, has soñado con ella.

Por El Seneka
elseneka@hotmail.com

 

Preciosos tus sueños... preciosa la manera de contarlo...

Saludos.

 

Gracias por tu gran benevolencia, amiga Scarlata.

 

Los sueños y las muchas casualidades en la vida, eh? Nos hacen recordar cosas. Los sueños esconden verdades que conscientemente no somos capaces de asumir.

Muy bonito tema para narrar de esta forma.

Saludos