Viaje

Un día caminé, amargando las calles, me encontré en el desierto, siendo sombra de un destino sin nunca haber buscado nada y me dio pena y lloré. Caminé y me aburrí de la vida misma y sin asco le insulte, le llame perra, horrenda, puta vieja, payaso y pelota a la vez..
Me encontré entre escupitajos en el pavimento que herrumbraron mis zapatos y descubrí unos labios que ayer mi boca sangro, encontré alegrías y penas, y embelesado de la uva me descubrí a la muerte y sin vergüenza me burle de ella, la encontré flaca y jocosa, maloliente y llorona, aburrí de sus placeres y la empuje del balcón hasta el eterno infinito de la locura.
Hoy descubrí un infierno de escaleras sin fin y pasadizos que se mueren entre llantos de miseria, la noche que no calla, la niebla que no niebla lo absurdo de la vida misma. Ni siquiera el halo celestial de la luz apagó nuestra sed de embriaguez.
Hoy descubrí que el infierno tiene 21 pisos de arriba abajo y que la parca penaba los edificios, el ahorcado, el hediondo, el gigante de pies descalzos que se manosea cuando nadie le ve.
Hoy descubrí la diferencia entre el poder y la decadencia, que no sea una mentira los que les digo, sino un esbozo del significado de que te cierren puertas tratando de embriagarte.
Oh!, Edipo, fui sangre de tu sangre bajo el bastión de la desgracia.
Hoy encontré el silencio, amenazador, distante y putrefacto, que quebraba relojes cuando pestañaba y que mentía cuando de repente mis ojos se ponían blancos.
Hoy los esqueletos chupaban mi sangre mientras ladraban lo que nadie quiso oír.
Hoy me descubrí ebrio en otro averno que no me identifica, y entre los llantos de viejas histéricas, tome una ultima pluma y la fumé, me mato, mato, mato, mato lo hiriente y lo parecido a hormigas tejedoras de tristeza.
Hoy me encontré a la muerte 2 veces, y las dos veces me reí de ella, la encontré flaca y jocosa, pútrida y fea, y a ratos le amé.
Me di cuenta de lo absurdo y caí en cuenta que el silencio no es tan malo, sino cuando lloramos inertes al olvido mismo.
Y en el medio del horroroso torbellino nos miran 100 ojos, nos acusan de ser inmorales, inhumanos, incesantes, nos abren desde el pecho hasta el vientre, como para ver si nos entienden, que bello ser inmoral.

Post Mortum:
A ratos me doy cuenta que el cielo es demasiado santo, el infierno es demasiado dulce. Lo mío es penar el purgatorio

 

muy propio, ser sincero es ser fuerte cantó Darío
y tú lo plasmas de una forma singular, felicidades.
saludos.

 

La mañana en sus caliginosos rayos, rayban glasses, los dogales del viento aflojaba entre las tumbas vidriosas y las pencas, que impenitentes zumbaban, las sienes del tormento y más allá el abandono de la efímera gracia.

 

aa gracias por tu respuesta cesarlucil, pero preferiría críticas

 

mejor ahorcate

es mas productivo

 

Y con todo lo que has escrito... que quieres decir?

Saludos