Guerra en la vejez

Guerra en la vejez

No temo a los onagros que sitiado,
en mi último bastión me han retenido;
después de la contienda me declaro:
de espalda al suelo, ¡pero no vencido!

Mil veces cuando errando me han tirado,
y aún no me acostumbro a estar caído;
en cada vez que fuera derribado,
me levantó la mano de un amigo.

Son tantos los peligros arrostrados,
que me llena de orgullo haber vencido;
si aquí llegué no fué por ser osado,
seguro un Dios así lo ha querido.

La gloria está en premios otorgados,
y algunas veces en premios recibidos;
me fue otorgado un tiempo inmerecido,
por seres tan valientes ya pasados.

 

Bello poema Bolivar, te felicito por la sabiduría con que lo tomas.

Saludos.

 

De nuevo gracias por su escrito.Dios me lo bendiga.