Soneto desesperado.

El día termina, la noche languidece.
Todo está triste, frío, macilento.
La esperanza, fugaz, se desvanece
al ser rozada por un helado viento.
Es una mano gélida, que siento
atraparme la vida y, me parece
que esta dolor que tengo crece y crece,
llenándome de bruma el pensamiento.
Todo es oscuridad desesperante.
Nada consigue mitigar mi pena.
El mundo es un paraje desolado.
Y deshago el camino, vacilante
como el reo al que abruma su condena.
Hoy no has estado tú... Hoy no has llegado.

Copyright José Luis Bermejo (El Seneka)
elseneka@hotmail.com​

 

Jose Luis mi amigo, versos muy bellos y tristes mi amigo los que nos traes hoy. Espero que llegue pronto para que se ilumine tu oscuridad y se disipe tu bruma.
un abrazo,
Osvaldo

 

Gracias como siempre, amigo Osvaldo.

 

Indiscutible maestro de las letras de este rincon un placer leer un soneto tan inmenso aunque tenga un apice de tristeza, un abrazo

 

Muchas gracias por tus inmerecido eslogios, POETA.
Un abrazo, amigo.

 

Definitivamente un placer leer su poema.Felicitaciones.Un abrazo

 

Muy bueno, José Luis. Esa ausencia con vestiduras de muerte.
Un abrazo.

 

Es un honor, Bolivar.
Saludos, poeta.

 

La ausencia siempre marca. A veces hasta la del presunto enemigo.
Saludos, Pedro.