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Tema en 'Tu Obra Maestra (en verso)' comenzado por El bohemio, 4 de Diciembre de 2006. Respuestas: 5 | Visitas: 1095

  1. El bohemio

    El bohemio Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    4 de Diciembre de 2006
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    Bellos picos


    El brillo que da a los picos
    el cantar que sale de ellos mismos
    de esos encandiladores pájaros
    que andan y hacen volar
    es la melodía que anuncia lo bueno:
    la lluvia y el amanecer
    tu llegada y tu pensamiento:
    la música de los bosques
    y de los constreñidos parques
    es un tercer pulmón para el humano,
    es la libertad de poder descifrar
    mensajes en el viento con la mente en blanco,
    con un relax interior inmenso como el cielo
    tupido de hojas que abanican
    cualquier rostro dispuesto
    a disfrutar de algo tan dulce.



    Sentimiento muy humano


    Es una necesidad muy humana
    el acostumbrarse a algo forzosamente
    al principio se hace extraño
    luego puede causar fatiga
    (dolor físico y psíquico)
    -has de seguir moviendo fichas
    en el tablero del sino-
    es pavoroso lanzar los dados
    sin saber que te depararan,
    pero hay algo oscuro
    duro como un clavo en un ataúd
    produce el miedo que hiela
    las vértebras y la piel
    ¡así es! todos morimos,
    es algo adecuado a nosotros
    pero unos mueren durmiendo
    en a saber que horribles pesadillas
    y otros poco a poco mueren por dentro.
    La estrecha línea de la locura


    Es una comba de sueños truncados,
    un filamento de seda enmarañado
    el báculo de un pobre mendigo,
    la mandíbula de un pony en la montaña.
    un circulo vicioso que acecha
    a la vertiginosa estancia de la mente,
    un péndulo diminuto en el espejo;
    el brillo de una persona brillante,
    la metamorfosis de la mariposa
    el propio estimulo del alma.







    Lentitud


    Qué lento pasa por el día
    el tiempo de la ansiedad,
    qué melancolía voraz,
    qué lírica austera y sombría.
    la luz intrusa al amanecer,
    la pasividad de las nubes,
    otro cigarro entre mis dedos,
    otro mordisco a la manzana
    del tesón y la entereza
    sobreponerme a la promesa
    de encerrarme en mi mente devanada.









    La montaña soberbia



    En un monte que rozaba las nubes
    vivía un anciano de la larga barba blanca,
    en la falda había un pueblo
    de bárbaros, agricultores y guerreros.
    El anciano no quería vivir con ellos
    decía que no soportaba su trato,
    -eran bruscos y altaneros-.
    Pero los bárbaros le admiraban
    le llevaban regalos y alimentos,
    le pedían algún consejo
    y él les decía:
    -Qué tranquilidad se respira aquí arriba
    apartaos de la multitud y caminad,
    dejad las armas y el ganado
    y admirad el paisaje,
    sentiros dulces y livianos
    y entonces volved.
    esa voz tan grave y queda
    permitía a los pobladores luchar
    con el pesado día a día;
    todos le hacían caso,
    hasta que un día el anciano
    bajo de la montaña
    y andando entre ellos dijo:
    -Ya se respira bien aquí
    la verdad me canse
    de pasar frío allí arriba,
    cuando vosotros cansasteis
    de subir a la cumbre-










    ¿Predisposición?



    Vuelvo, gano
    me erizo,
    me consumo,
    me enojo,
    me hipnotizo.
    Regurgito
    palabras
    para vosotros;
    siento alteza
    en el momento,
    me deprimo.
    Una bomba
    entre mis manos,
    letras inspiradas
    cojines,
    almohadones
    deseos infundados
    para inundar
    corazones.



    La inmensidad del mar


    La inmensidad del mar
    sus ondas repetidas
    (el tiempo, el tiempo)
    chocan y se expanden
    contra el acantilado,
    mojando la piedra
    dejando dura huella
    en las olas que llegaran,
    la espuma de alma
    se apaga en chispa.
    ¿Qué será de ella?
    ¿Pequeñas partículas
    ascenderán ligeras
    con el remonte de la brisa?
    La bárbara cima


    La bárbara cima es cruel
    y las cuestas eternas,
    las paredes enormes
    cortantes de roca;
    mis manos desnudas se llagan,
    el vicio se encuentra anidado
    y alimentado por los buitres;
    la paciencia se colma a cada gota
    que arroya de mi frente
    y mis piernas tiemblan a cada zancada.
    Pienso cada movimiento
    pues los apoyos son frágiles
    y pueden venírsete encima.
    La cima no se ve,
    envuelta en nubes prolíficas
    que acabaré considerando
    fieles amigas del transcurso.




    Miedo



    Miedo a perder los estribos
    a elucubrar sensaciones de infarto.
    Al acostarme me acecha el miedo
    como un voraz depredador del disfrute.
    La vida tan inescrutable se muestra
    que a cada paso rechina el piso.
    No poder abrazar lo merecido
    o no saber mantener lo querido
    es un debate intenso y oscuro.
    A veces te engulle la cama
    y quieres que el sueño te embargue
    y tu mente loca, frenética
    enmudece el optimismo.



    La mulata



    La mulata de los ojos profundos
    rodea la muralla de la fortaleza,
    el aprendiz de príncipe encerrado en el campanario
    espera en vano que oiga sus chillidos;
    las campanas repican a duelo,
    la mulata triste golpea los muros,
    el príncipe llora por su inexperiencia
    esta encerrado en un mundo de complejos;
    por no creer en lo imposible
    pero tanto tiempo ansiado.
    -¡No seas ciego imberbe!
    Le dijo un anciano tuerto,
    -Lo único que has de hacer
    es volar hasta ella,
    tienes alas en el corazón
    canalízalas con la palabra.
    Y el príncipe emprendió un vuelo
    que susurraba en el viento,
    -Mulata de blancas palmas
    vuela conmigo y desaparezcamos
    en lo profundo de una burbuja de nube.



    Fiesta gijonesa



    Silbidos en el cerro
    la festividad comienza,
    lumínico trueno
    la noche gijonesa;
    Viboritas en el cielo
    colibríes y caléndulas,
    la playa parpadea
    cabalga encima del mar
    con su crin dorada
    y su alma de titán.
    Jungla de asfalto y cultura

    Abandono la jungla de asfalto
    la república de la sudoración,
    un crisol de urbanistas
    devoradores subterráneos.
    Y me acerco a un lugar
    donde los rincones son venerables,
    la historia abraza como el Tajo
    sus intrincadas calles,
    donde diversas culturas y religiones
    intentaron solaparse, anularse,
    creando un efecto centrifugador
    que esparció sus colores y motivaciones;
    creando una amalgama
    refrigeradora, dulce al paladar
    que empuña el mazo de la justicia.


    La “espesidad” de Madrid

    Una cascada arroya erosionando
    mi desmayada frente,
    en mis ojeras hay dos lagos colmatados,
    mi espalda es un torrente,
    mis labios exprimidos
    cítricos sin zumo.
    Resoplo el ponzoñoso aire
    que difícilmente oxigena
    mis tórridas células,
    lo más que podrían captar
    es el polvo en suspensión
    que cubre el amarillento horizonte
    de la megalópolis madrileña.
    el calor corta populoso
    con su cuchillo de sierra,
    el mantecado de mi cuerpo
    la brisa horneante
    me tuesta hasta el alma
    que anhela lo verde del mar
    sus regalos envueltos de fresco
    lo verde chocando con más verde
    lo suave conjugando el paraíso.
    No se si morir o resucitar

    Muero entre lágrimas cercanas;
    pulcra venida del vuelo
    en el que aleteare mil veces
    antes de sucumbir al desaliento.
    Abandonare estas calles
    estos ambientes siniestros
    estos tapices de cromo
    y poli estireno puro,
    para abrazar la tierra
    húmeda y tupida
    de celo y maternidad,
    en la que verdean
    hasta las hojas caídas
    moribundas ya
    y reviviendo a un tiempo
    como mi estampa y mi lecho.

    En la percha

    El humo se condensa ya no quise estar enroscado
    en el techo melancólico en esta percha, como una bufanda
    y no disipa la soledad. de lana, que pica y nunca se usa.
    No encuentro una postura
    cómoda, amena para mi columna;
    fumo por hilar pensamientos
    encerrados tercamente
    en una caja fuerte
    con la cerradura fracturada
    por los golpes bajos
    que ennegrecen mi cuerpo;
    ideas externas a mí
    que me hacen titubear
    que me impiden correr
    en esta noche monstruosa
    que se ciñe sobre mi,
    montando la oscuridad sobre mi espalda.
    Quizás cuando quiera levantarme
    será tarde, porque las canas
    y las carnes me habrán sepultado,
    en un círculo espeso y enmudecido.
    de verdad que lo siento,

    Tus dientes mienten


    Tus dientes
    se llenan de dudas
    de resquicios sonoros
    cosidos con pintalabios
    son solo balbuceos
    hilados con la mentira
    más perversa y dura.
    Eres tan fría
    como el guardia civil
    dirigiendo el tráfico,
    pero al igual que él
    todo el mundo
    gira en torno tuyo
    como satélites
    insignificantes, ínfimos
    y los atraes con la mentira
    con el vaivén de tus caderas
    con la tela que insinúa,
    que insinúa la voluptuosidad,
    y tu pelo miente
    y tus dedos mienten,
    me lo dice tu aliento,
    que se entrecorta
    cuando mis ojos se tornan débiles,
    tu no soportas eso
    te sientes culpable
    como un padre alcohólico,
    pero no eres capaz
    de cambiar de tónica
    necesitas ser frió mármol,
    pero me siento premiado
    por tu inquietud
    porque te inquietas
    con mi gesto de poeta.











    Visceral


    Es una sinfonía grandiosa
    lo que en mi pecho hierve,
    me atrevo a abrir mis entrañas
    y enseño mis vísceras
    tal y como se presentan;
    el viento despeina mi alma
    que llevo tatuada en la piel,
    en mi rostro endurecido
    se trasparenta lo vivido
    esquematizado en mis parpados
    sobresaltado en mi legua.
    Mi hilo de voz se torna
    ligeramente titubeante
    por la seguridad que me brindan
    algunos insensatos que no aprecian
    no porque no entiendan,
    sino porque se visten de prejuicios
    y se peinan con el miedo al ridículo
    estos presuntuosos miserables
    son incapaces de mostrarse,
    son planos y sin brillo,
    sus pechos de plastilina
    se resquebrajan con la sinceridad
    y se enfurecen
    y envisten como un jabalí herido
    en su orgullo de hojalata.









    Mirada delatora


    La mirada de lata a cada persona,
    son esos brillos los que mienten
    son esos destellos los que hablan.
    por eso sal a tu puerta
    y libera tu alma,
    di el por qué y el como sin tapujos
    reza por un futuro prospero
    por que pueda haber un roce desnudo
    que nos haga perder los estribos
    y se adueño de nuestro corazón
    la ebriedad y el desenfreno
    y explote el corazón en mil pedazos.



    Maraña urbana


    Enredado en la maraña que brota del asfalto
    escupo y me regocijo con mi propia sangre,
    me nutro del sudor que mana de mis poros
    a la vez que bostezo, no de sueño, sino de aburrimiento.
    Y si un día me vieras a punto de maduras
    tírame de las orejas y susurra mis versos
    son solo un hálito estúpido de brisa
    que ni asfixia ni resfría
    (seguro es algo incomprendido)
    solo mueren y renacen como el fénix
    y elevan la negrura que se cierne.
    ¡Mezquino instinto de dejarse llevar!
    hincha tu pecho por mí
    ahora que te presto mis alas
    de pluma de viento humano.






    Pendular


    ¿Y si a un péndulo gigantesco
    me encuentro abrazado
    y cada vez me cuesta más
    permanecer y no caer
    en algo que ni siquiera atisbo?
    ¿Y si en una descarga de adrenalina
    encuentro el sobresalto necesario
    para huir de la rutina
    porque no desembarazarme
    de esta monotonía
    y explorar caminos nuevos?

    Pobres locos


    Pobres locos de países cercenados,
    pobres locos de países repletos,
    pobres locos de países yermos,
    pobres locos nacidos quemados,
    pobres locos envueltos en odio,
    pobres locos muertos de miedo,
    pobres locos mirando su tumba,
    pobres locos incendian el cielo.


    Del púlpito a las catacumbas

    Un acertijo es tu mente
    se erizan mis pupilas
    se yergue mi alma
    y un estúpida sonrisa aparece
    dibujada a cartabón y escuadra
    busco palabras para complacerte
    y no encuentro, solo acertijos,
    desde el púlpito me quedo mudo
    como un tomate suspendido,
    sabiendo que nadie me librara de la caída
    hacia las catacumbas sórdidas
    donde hallare mi muerte y fatiga.






    Delirium


    Algo más sencillo que el destino
    es vivir la vida sin huida,
    sin esconderme entre la maleza
    del rencor y la ansiedad.
    Vive con la sensación en el umbral
    del ser y el reconocer;
    camina si puedes recto
    y no destruyas la útil fuerza
    que da el momento
    la insubordinadle esencia
    que da el lugar,
    son el pegamento indispensable
    que fija tus pies al piso
    y te impide entrar
    en el insulso delirio;
    vuelve a pronunciar las palabras mágicas
    las que siempre te apoyaron
    antaño cuando sufriste
    cuando estabas oprimido,
    apretado por el embolo
    de la nostalgia infumable
    y por unos cuantos amores
    impalpables en su origen
    pero tremebundos en su sino
    que te llevaron al delirium tremens.











    Desbocado



    El caballo va desbocado
    golpeando con sus cascos en la arena
    levantando una polvareda insondable;
    Y yo a lomos azuzándolo
    en esta playa desierta y larga
    en la que no encuentro final
    solo el horizonte y el mar
    solo lo árido con las dunas al fondo;
    y sigo galopando escapando
    de los latigazos de mi corazón
    que busca tu playa incesante
    ¿llegará el día en que la nuble
    se adueñe del día
    y caiga un telón de agua
    y se llene de verdor todo alrededor
    y valla descalzo hasta tu altar
    y rece allí por tu misericordia
    y porque pongas tus manos en mis hombros
    y me perdones todo lo antiguo
    y mudemos nuestras pieles impuras
    renovando los gestos de ternura
    y nos sentemos desnudos en el quicio
    del portal de reencuentro para ver florecer el campo?


    Pensando…

    Muchas veces piensas…
    en dejar el bolígrafo
    en alterar tus ritmos vitales
    en mudar tu piel a tiras,
    en resquebrajar tus branquias
    de pez bentónico.
    Tropezar en cada escalón
    da más tiempo para mejorar
    llegar a la cumbre ansiada
    será un tortuoso final.

    Mañana diamantina


    Los montes lloraron por tus poderes
    los árboles se doblan pesadamente
    engalanando tus pasos;
    los caminos se visten de ti
    con tu camisa diamantina
    y sus botones negros de caminante.
    lo rebordes de los ríos besan el agua
    (misma, de si misma).
    La desorientación espacial
    es dueño de todo viajero,
    la novedad es consejera
    de este absurdo niño,
    su confusión es enorme:
    pues entre el cegador rayo
    y el traicionero latigazo diamantino
    en la mañana prematura,
    no encuentra equilibrio.


    Humus


    Hay un sentimiento entre la hojarasca
    Ligeros y tiernos gusanos blancos
    Rezumando osamenta negra,
    Los admiro por su capacidad innata
    Para poder dirigir,
    Son guías de la negrura
    Y confidentes entre la maleza
    Viven apoltronados en el humus
    Y no necesitan más que impulso
    Para confeccionar sus artes.











    Tristeza


    Tristeza
    por mil labios rotos,
    tristeza
    por seguir su luz de farolillo,
    tristeza
    por sembrar mala simiente,
    tristeza
    por alzar el puño al tiempo
    que desato el corazón,
    tristeza
    por haberlo extraviado
    y hallarlo pisoteado
    por un legión de apisonadoras
    bicéfalas y con dos corazones,
    tristeza
    por montar en la nube
    y rascarme el ombligo con los rayos
    de la llamativa tormenta,
    tristeza
    por meter mi incauto rostro
    en el avispero de la desesperanza
    tristeza
    por cada aguijonazo
    por cada punzante palabra
    por ver en el espejo un eccehomo,
    tristeza
    por sacudirme de todo
    y que queden imperturbables retos.









    Reflexión filosófica


    La muñeca es una grúa elevada
    que conjuga todo en si misma
    el puño es una maza
    que aplasta el paso del tiempo,
    el brazo es un asta
    que ondea la bandera de la paz,
    la palma es un abanico que
    ahuyenta el aire del vicio,
    el hombro es una defensa
    que acolcha todos tus golpes,
    los dedos son maniacos
    en una espiral nerviosa
    y la copa…


    Tertulia

    Empecé a entonar mi poesía
    y cuando los versos
    se engarzaron en sus tímpanos
    como perlas del mar rojo
    y se dibujaron ondas de sonrisa
    en el mar de sus rostros
    supe que quería ser poeta.

    Y si arranco…

    ¿y si arranco por el tallo
    la vivaz desesperanza
    y cerceno su raíz,
    para que no pueda anclarse
    en ningún otro lugar?
    ¿y si calcino las dudas
    con el fuego que me brindan
    tus abrazos sabios?
    ¿y si entierro las semillas
    recubiertas de tu aroma
    para que crezca
    de nuevo esa esperanza
    que contigo es novedad?
    Te siento


    Te siento como se siente cuando se esta ardiendo
    por dentro en una llama perenne
    alimentada por tus caricias de hierba fresca,
    y cuando te adueñas de mis partes mas sensibles
    solo consigo gurgutar mientras me tiendo desatado al placer
    porque tu aliento bordea mis anhelos
    y cada vez más te me gravas
    en la parte más creativa de mi mente
    y me haces desplegar el sueño
    como alas que baten en tu cielo
    como mosaico colorido de natural belleza,
    untando nuestros cuerpos
    y excitando nuestras lenguas.

    Soldadito

    Soldadito que mira al mar
    no dejes pasar la luna esta vez
    quédate en el quicio
    y espera que asome su cresta
    de luz y alumbre tu sol
    ya apagado en el olvido;
    no pierdas la esperanza que tuviste
    eres merecedor de un nuevo triunfo
    de una nueva batalla sin heridas,
    de tus ojos brotaran mil lagrimas quizás
    y tendrás que permanecer en equilibrio.
    Aunque azote el viento en las rocas
    y las olas bravías vulneren tu situación
    pero tu eres la voz del sentimiento,
    eres la luz que se busca
    eres la noche que esconde
    lo que no es bueno mostrar
    soldadito que olvidaste el fusil
    y dejaste las balas en algún rincón
    monta en tu esperanza del saber
    que la luna saldrá
    y después de la luna viene el sol
    y todo se debe disfrutar.

    Por el tallo


    ¿Y si arranco por el tallo
    la vivaz desesperanza
    y cerceno su raíz
    para que no pueda
    anclarse en ningún otro lugar?
    ¿y si calcino los rastrojos
    con el fuego que me brindan
    tus abrazos?
    ¿y si entirro las semillas
    recubiertas de tu aroma
    para que crezca
    de nuevo la esa esperanza
    que contigo es novedad?




    Ambiente chocante


    Unos tan gloriosos y avarientos
    y otros enlutados de suerte
    otros repletos de caprichos
    pobres también de espíritu
    otros trabajando duro
    porque sobrevivan los suyos,
    aquellos que miran al prójimo
    con solidarios ojos
    y aquellos que buscan fallos
    para reírse a su antojo
    y también ese ambiente chocante
    que permite que unos esten al lado de los otros.








    Lo natural

    Y si un día adviertes los bonito de la natural
    ( no lo que se encuentra en la naturaleza)
    sino lo que brota del tuétano
    y es irrefrenable esencia de uno mismo;
    procura abrazarte en estos lances
    aunque sea a un árbol;
    naturales pueden ser los abrazos
    y también pueden ser por compromiso
    lo bueno es saber discernirlos
    y si eres capaz de abrazar a un árbol
    seguro es porque lo abraza también tu corazón
    pues el árbol no hará nada por ello
    salvo ser como es.


    Entelequia


    Puedo poder pudiendo
    y quiero queriendo,
    no quise tenerlo
    por lo que al morir
    acabé incendiando.


    ¿Amor o sexo?


    Fijamente te miro;
    pero no a esos pechos turgentes
    sino a esos abismos oculares
    donde puedo perderme sin retorno,
    y no ansío encontrar una salida
    sólo que ese lugar sea confortable,
    que yo desnudo como estoy
    pueda andar en ese paraje
    sin tener que acurrucarme en un rincón
    húmedo y sucio.



    Flor tierna

    Ante tu público exquisito
    (tus oídos escuchando delicados,
    tus cejas respondiendo a las mías,
    tus ojos encharcando a su antojo
    un diamante inigualable,
    tus mejillas sonriendo
    cuando lo mande la sonrisa)
    hilo con besos y caricias
    mis susurros y mi verso.
    y me siento como el pintor
    que a su modelo halaga
    para que se muestre como ella
    (flor tierna y vital bullendo
    en la rama frutal blandida
    por aire matutino)
    así te despierto con el humor
    de versos colmados de ti.

    El pistilo y el estambre

    Si el pistilo de una purpúrea rosa
    se fecunda con un cercano estambre
    así quiero yo estar;
    tan cerca entre pétalos esponjosos
    y que con el roció
    se impregne de tu aroma
    tu brisa de luna
    y digo luna porque es brillante
    en la oscuridad fría
    y vierte anhelos, yo te quiero.

    Mi cuerpo, el gran circulo

    Elucubro en mi cuerpo
    el circulo que mueve
    las Nubes en el cielo
    y mi cuerpo es nube
    y mi vientre es cielo;
    no puedo esculpir más
    que soles moviendo
    sus aspas Con valentía
    Rosas blancas

    Si muero hoy
    quiero que coloques
    un ramo de rosas blancas
    en mi enhiesto pecho,
    pero no de esas gachas
    sino erguidas como la luna.
    Para que acaricien mi cuello
    y resucite con ellas en la frente.


    Día triste

    Acabo de leer tu historia
    y mis palabras podrán desanudar
    el nudo de mi garganta;
    no se que te paso por la cabeza
    si es lo mismo que a mi me pasa,
    tenemos mucho en común
    amamos la palabra
    y sabemos que el hilo
    del que en el umbral pendemos
    se puede cortar en un suspiro,
    al perder el motivo para motivar l
    la mente para que borre lagrimas,
    heridas profundas y recuerdos
    -una vida sembrada
    de impunes dificultades-
    que intentamos capear con la palabra
    y ¡si!, las palabras se quedan
    pero no sentí tu timbre de voz
    no se como entonabas la poesía
    conjeturo con lo que querías decir…
    pero lo que si se
    es que tenemos algo en común
    -yo luchare por ti
    igual que tu luchaste por mi-









    2º Día triste


    Una persona arrasada en los temores
    camina entre la multitud,
    ciega por llegar a algún sitio
    y el solo quiere zafarse
    de una sensación amarga
    que le provocó la empatía
    -esa garrapata bonachona
    que se posa en ciertos cuerpos
    y engorda parasitariamente-
    y las dudas invaden su cuerpo
    la sangre se vuelve pútrida
    y pierde su función de refrigerio..
    increíblemente la marioneta
    de su cuerpo se dirige
    hacia donde tiene que ir,
    la gente pensara cosas que no son:
    quizá le dejo la novia
    o enfermo algún familiar,
    -pero solo se fue que se puso en la piel
    de un compañero muerto
    de un luchador sin patria
    de alguien que no quiso seguir viviendo-
    su rostro guillotinado
    no encuentra mano extendida
    que le explique algo inexplicable.

















    Caminante


    Caminando despistado
    pintado de pies a cabeza
    va el caminante oriundo
    llamando la atención
    entre cada sonido de su voz,
    sin ganas de pensar
    en cosas que no quieran decir
    cosas que parece que no son,
    alabando a un dios distinto
    que quizá tampoco exista,
    los ojos vendados
    sin interés por la actualidad
    volcado en provocar a l lector.
    Paso a paso va bombeando
    cada vez mas el tuétano
    y rezuma aquí en el bloc;
    alegría, Piedad, verdad,
    caminado, camina el caminante
    escribe, mencionando su emoción;
    pocos le siguen el paso
    interesados por el peculiar aroma
    que desprende lo autentico,
    y no se van a la cama
    hasta aprender a mirar la luna.










    Escalofrió


    Me impregnaste de tu rojo escalofrió
    una noche que me sentías en ti del todo
    como la lengua se siente en la boca
    tu vulva color cereza estaba
    mi piel eran los pliegues de la tuya,
    tu piel se convirtió en una fruta carnosa
    que libaba para nutrirme
    de las sustancias más sagradas,
    tus pechos encimados de puntas de flecha
    eran roce de pluma bordada,
    tus muslos convulsos crepitaban y abrazan
    la estepa de mi cuerpo,
    arqueabas el cuello
    mientras de tus ojos brotaba
    la verdadera fuente del placer.
    Tu boca suplicaba aire
    con cada sonido gutural
    y la cama era una calesa
    que no se decidía entre el paso y el trote;
    tus parpados no llegaban a esconder
    la luz que brotaba de una isla
    que como naufrago
    profané para poder continuar.d

    En el bar

    Se encontraron en un bar
    un ciego, un tonto y un sordo.
    El tonto dijo:
    -la semana que viene
    empiezo a presentar el telediario
    el ciego dijo:
    -me estoy preparando
    para controlador aéreo
    y el sordo respondió:
    -mi perspicacia
    radica en que no oigo.



    El campo

    Recuerdo el manto verde
    que cubre mi aldea por todos lados,
    en el que yo me tumbaba
    aletargado mirando un cielo azul
    que el verano me regalaba,
    había nubes que iban a gran velocidad
    en cambio otras mudaban sus formas
    sin moverse del sitio
    como una gran prisma
    siempre con nuevos matices;
    percibía el olor hierba
    recién segada
    que era casi como alimento
    y los ruidos de los cencerros
    que venían de lejanos montes,
    que yo hilaba en melodía
    y de alguna forma calmaban
    mi terca inquietud
    y aderezaban mi sonrisa;
    llamaba mi madre al rato
    para saborear la comida
    Preparada lentamente
    en cocina de leña
    y esos sabores tan tiernos
    fundiéndose en mi boca
    me traían alegre conversación
    dentro de una familia
    que quiso ser de campo

    ERIZO SENTIMENTAL



    Quiero hablaros de la forma más cercana del ser con más sentimiento conocido por el hombre: tiene un hocico negro puntiagudo, ojillos azabache, patitas minúsculas y por supuesto un cuerpo recubierto de espinas.
    Este sentimental que muchas veces se acurruca dentro de sí, para poder escuchar su corazón, cuando tiene miedo o divaga enamorado por los prados, escucha sus latidos y es consciente del grado de empatía que experimenta con los diversos acontecimientos; pienso, que si supiera escribir sería un gran poeta: tantos bosques recorridos regocijándose entre la hojarasca y protegido por los árboles maternales, tantas nubes infatigables a contado, de mil aguas de fuentes y arroyos ha bebido purificando su espíritu, multitud de sombras le han acechado en la noche mientras buscaba su guarida…
    Nada más llegar a su cubil le reciben sus retoños entre besos y caricias de hocico puntiagudo, su mujer espera pacientemente a que sus hijos acaben de agasajar al padre, para fundirse con el en un abrazo inmenso, entre sus espinas de los dos cuerpos se juntan las partes más sensibles de cada cual y sus ojos ya no son azabache son brillo de luna en la oscuridad de la guarida…
    El padre dedicado por entero, a la hora de aleccionar a sus pequeños les enseña uno a uno donde encontrar una lombriz o una babosa
    -Las babosas más gordas están entre los repollos y las lechugas
    Todos los vástagos se dirigen convencidos y confiados al huerto y el padre les deja hacer y corretear entre las plantas, al final le traen una babosa enorme y él se siente orgulloso de transmitirles su sabiduría.
    Un día estando en la guarida por el hueco de la entrada advirtieron el brillo de algo metálico que rasgaba la hierba con un sonido atroz, era la misma encarnación de la muerte, de pronto una mano enguantada penetró en la guarida y fue sacando uno a uno a los retoños y por ultimo a sus padres, esa mano los depositó en un lugar del que no podían salir y olía a hierba y madera, el sitio empezó a moverse y la familia frenética intentaba escapar pero sus patitas tan cortas no podían superar en desnivel de las paredes de ese espacio y caían rodando.
    Todos al fin decidieron acurrucarse para escuchar su corazón, porque sentían miedo. Los depositaron en el suelo mientras oían voces en extraños dialectos que transmitían alegría y júbilo. Así que algún retoño atrevido e intrigado se desenrosco y pudo ver a unos seres vivos de color muy claro, muy claro y sin pelo, con extrañas telas cubriéndolos y moviéndose sumamente rápido. Poco a poco los demás integrantes de la familia fueron abriendo los ojos, hasta que todos advirtieron la alegría que se percibía en esos rostros, sus padres quedaron sorprendidos de lo diferentes y lo iguales que eran esos seres y sus retoños. Al poco les trajeron un recipiente lleno de leche pero no sabia como la leche que habían probado los erizos cuando eran bebes sino mucho más rica y densa, bebieron hasta que se hartaron, la tranquilidad que se respiraba en el encuentro entre estos dos seres vivos tan diferentes aparentemente era papable, se habían integrado en esa especie de familia extraña.
    Al rato volvió a moverse el recipiente que los contenía hasta llevarlos de vuelta a su guarida, a la que por cierto ninguno quería volver, al menos tan pronto. Todos durmieron exhaustos por el ajetreo del día, y por la mañana los retoños ya despiertos y ansiosos se abalanzaron sobre el padre y le dijeron:
    -Queremos eso otra vez, eso de beber.
    -Queremos ver a la gente sin pelo.
    El padre salió de la madriguera y conduciéndolos a todos en fila india se dirigieron hacia la casa donde habían estado; no porque la hubieran visto sino porque el olor de ese lugar era característico. Cuando llegaron al lugar donde tan bien los habían tratado el día anterior, se arremolinaron en la puerta y los dueños sorprendidos sacaron leche y algo de jamón…
    A partir de ese día, el erizo se hizo amigo del ser humano y le enseñó a sentir y a acurrucarse para escuchar su corazón.


    El cielo, el mar y la tierra


    El azul de los peces que beso es tan intenso como el mar y yo quiero abrazarlos, sacarlos de su reino en la oscuridad y que puedan comunicarse conmigo, contarme sus problemas y vivencias.
    Recuerdo una vez que me daba una paseo por el muelle de mi ciudad, era un día sumamente tranquilo, las barcas en los pantalanes con su tierno balancear relajaban mis pasos, era la única persona que parecía estar autorizada a hallarme en ese sitio a esa hora y la noche se mostraba totalmente sumisa.
    De repente escuche un leve gurguteo en la superficie del agua, me acerque a la barandilla y no creí lo que vi; un jurel de tamaño medio que con su boca intentaba captar el aire que yo capto, le pregunté sorprendido:
    -¿Por qué intentas captar mi aire?
    y enseguida se creo un intenso intercambio de impresiones que brotaba de la parte más sensitiva de la mente:
    -No solo quiero captar su aire, quiero también poder sentir lo que usted siente, lo que le ocurre dependiendo lo que le pase, caminar por esas calles y montes y dejar de nadar en este mar insulso.
    -No entiendo vienes de un mundo tan bello…
    - No sea iluso por favor, ya me he aburrido de vagar por los mares de todo el mundo y son tan azules y tan monótonos…ya se ha acabado mi tiempo aquí…
    Además me dio tanta envidia la paz que transmite con ese caminar tan pausado.
    -La verdad es que iba absorto pensando en el mar en las infinitas ondas que llegan hasta mí y ese olor al que te acostumbras y echas de menos en cualquier parte; siento el mar en mi como si hubiera vivido en el, como si hubiera respirado por branquias alguna vez,
    pero la verdad que nunca me he atrevido a adentrarme en el.
    -pues claro que si, yo se quien eres tu, cuentan historias por los océanos de ti, eras el gran dios Neptuno, el que andaba por encima de las aguas, el que vivía en una gruta en el mar. Por eso te pido salir de aquí como lo hiciste tu.
    -La verdad es que yo siempre quise abrazar a un pez, siempre sentí esa necesidad.
    El valeroso pez pensando que en la tierra encontraría lo que faltaba, se impulso con la cola y salto pasando por encima la barandilla, sus aletas se convirtieron en brazos, su cola ya eran piernas pero en esencia era un pez todo cubierto de escamas y respirando el oxigeno del aire
    El pez y el hombre al que algunos llamaron Dios se sorprendieron de lo que habían conseguido; el que fue caminante tranquilo reparaba ahora, en que lo rodeaba un aura mientras abraza al pez entre un olor a incienso.
    El iluminado dijo:
    -Te invito a una copa, yo también pienso que el cielo es mejor que la tierra.
     
    #1
  2. Xuacu

    Xuacu Poeta que considera el portal su segunda casa

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    28 de Octubre de 2006
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    Buf impresionante. No me he cansado de leerlo todo. Desde el principio al final y hay cosas que merecen más de una lectura. Enhorabuena.

    Un abrazo Xuacu.
     
    #2
  3. Sigo pensando en que fraccionado sería menos exhaustivo, aunque... es muy bueno, tienes talento. fué un verdadero placer leerlo. Miedo, me parece que es mi favorito. un saludo.
     
    #3
  4. El bohemio

    El bohemio Poeta recién llegado

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    4 de Diciembre de 2006
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    Me Parece Muy Grande Lo Que Me Dijiste, Me Abruma Que Lo Que Yo Pueda Escribir Pueda Entretenr A Alguien De Tal Modo, AdmÁs Copntando Con La ExtensiÓn Que Tiene, Considero Que Un Lector Como Tu Si Que Se Merece Un Premio, Abrazos
    P.d: Por Cierto Por El Nombre Debes Ser Asturianu Yo TambiÉn Lo Soy
     
    #4
  5. poetakabik

    poetakabik Poeta que considera el portal su segunda casa

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    25 de Noviembre de 2005
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    380
    Realmente es muy bueno pero creo que debieras fraccionarlo hay diversos temas, de todos modos me gusto leerte
    un abrazo
     
    #5
  6. mundo1

    mundo1 Poeta fiel al portal

    Se incorporó:
    29 de Noviembre de 2006
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    WOW SIN PALABRAS, TU INSPIRACION ES BASTANTE EXTENSA AMIGO!
    TU MENTE ESTA ABIERTA A MUCHO!!!!!
     
    #6

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