Tú, Dueña del mundo

¿Ya sabes dónde estoy? ¿Entonces porque faltas, tenebrosa?
¿Por qué te insistes tan lejana?
Si el cuerpo canta y la madera de tu puerta te llama también
con esta voz tan mía.
Todo, todo te recuerda a ti,
existe el mar y existe porque solo tú lo llenas.
Serenamente, irremediable; intensamente te me vienes a mis días.
Llenas el resto de las cosas que me invaden,
resucitas las mañanas prisioneras de las noches.
Reseco el día tampoco sobrevive de ti; crujen los minutos, alejados.
Retuerces los caminos, los parques;
y los viejos con sus rostros tampoco se escapan de ti.
Si tú lo llenas todo, invades los puentes.
Las luchas de los pocos que aún quedan por luchar, contra ti;
pierden nuevamente su batalla.
¿Quién te encontraría? ¿Quién te llenaría, finalmente?
Deseas las paredes de la noche y existen frías, porque tú las abandonas.
Dueña eres también de las esquinas.
Es decir, que la gente se atropella como chispas, como antorchas;
en feroces llamaradas de ti también sedientas.
Tú, dueña del mundo; tú gimes y descansas de mí.
Descansas de mis manos ausentes.
Yo te extraño, sí; calladamente.
Repito tu nombre nuevamente en este inerte desafío,
inútilmente desbocado;
insistentemente tuyo y porque tú así lo has soñado.
......
.....
....
...
..
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Facinante simplemente hermoso,
un gran estilo para escribir
me gusta mucho.
saludos.

 

Al final, la Soledad es del silencio, gracias amiga Soledad...

 

Sinuhe...me gusto muchisimo, es fresco, buen ritmo, solo una cosita, en la primer mitad, se confunden un poco los articulos....pero me encanta lo logras en este poema.
Romy

 

Hola
me ha fascinado tu poema
realmente hermoso
un placer leerte.

Saludos

 

Gracias por la observación, en realidad no soy un profesional en esto de escribir, por lo tanto te pido me disculpes por el error, recibe un saludo sincero...

 

Por el halago muchas gracias, un honor que llegues por aquí...

 

Mientras, su poesía viva sigue sobreviviente en los temporales.

Abrazos...

 

Hola hay mucha fuerza e ntensidad en tus palabras, reclamando esa presencia ausente que no llega. Saludos
¡SONRIE!