Epístola informal para un docente

Si mi cadena fónica lastima
tu equilibrado oído de rapsoda,
si mi torpe asonancia te incomoda
sabré templar los sones de mi rima.

Parral medra la viña por encima
del riguroso tajo de la poda
y así mi pluma y mi palabra toda
del terco veredicto que la oprima.

Confesaré que mi caudal felibre
se ha de nutrir del jacobino verso
que escapa a su atadura y se hace libre

Alguna vez cabal, siempre perverso
me asiste hoy la horma y el calibre
que alojo en mi poético universo.

 

Excelente tu soneto, en defensa de la libertad de formas
y su sometimiento (hoy) a las mismas, con bellas metáforas, estimado Vicente,
tiene mi APTO;
un saludo cordial,
edelabarra

 

Interesante y profundo soneto. Pensamientos muy bien reflejados y la dificultad, que en ocasiones entraña la docencia.

Un abrazo y mis estrellas.

 

Excelentes versos, hay magia en ellos.
Felicidades

 

El buen hacer poético no se basa en el estricto uso de la métrica, hasta ahí estoy de acuerdo, pero bien es cierto que la libertad de uso, se confunde muchas veces, con la democracia abusiva, es decir, poemas totalmente imposibles de leer bien hilados, o sin sentido, se elogian por el simple hecho de existir, y eso me parece una aberración, por lo tanto alabo simplemente aquellos poemas que llegan a las personas y son bellos por cualquier motivo en su estructura.

Saludos, un abrazo

 

Hola Vicente:
Dominio de la técnica, rico vocabulario y contundencia en la expresión, he disfrutado mucho este soneto, por lo demás, concuerdo en la afirmación de perico, respecto de la persecución de la belleza.
Apapachos: Miguel

 

Muy hermoso este poema, no creo que aquel rapsoda pueda criticar su excelencia sonora,

Genial me pareció el segundo cuarteto,

Un saludo y estrellas,

 

Para mi, es fascinante. No solo me llega sino que maneja la pluma y me conmueve.