El Enamorado

General sin uniforme,
monje sin cordón ni hábito,
rey sin cetro y sin corona...,
sin amor... ¡y enamorado!

Flor sin color ni fragancia,
en un edén desolado
donde morían las palabras
sin haberlas pronunciado.

Los violines del amor
se callaban a su paso
y los ojos de la noche
miraban hacia otro lado.

No era de rosas su senda,
sino de espinos y cardos,
medrando en la tierra oscura
de los nombres olvidados.

Tampoco era azul su cielo,
sino plomizo y opaco,
donde resonaban truenos
y se agitaban relámpagos,

mientras que una tempestad
de flechas rojas y dardos
en su alma y en su pecho
iba amapolas sembrando.

El destino escribía versos
en la palma de sus manos
y en sus vacíos aposentos
brillaban velas en vano.

Al palacio del amor
se acercó el enamorado;
no iba vestido de gala
ni iba nadie de su mano.

Y una voz le dijo al verlo:
-Perdone, se ha equivocado.
Aquí solamente entran
los que están enamorados.

Entonces se fue hasta el mar,
que él engrosara llorando,
y el mar, que lo conocía,
porque el mar es viejo y sabio,

por ver qué le contestaba
preguntó a un velero blanco
que llevaba en su cubierta
dos amantes abrazados:

-Dime, barco del amor,
¿no es ese un enamorado
que va dejando en la arena
huellas de sus pies descalzos?

-¡Oh, no! -contestó el velero-
Tan solo hay dos pies marcados,
y las huellas del amor
se forman de cuatro en cuatro.

Al más alto de los montes
se subió el enamorado;
la luna estaba tan cerca
que la cogía con la mano.

Y la luna lo envolvió
con sus rayos plateados,
y al notar que estaba solo
le dijo: -¿Cómo has llegado

a la cima de este monte
que no se alcanza escalando,
porque solamente existe
para los enamorados?

Pero él guardaba un silencio
de dimensiones y planos.
Y es que ante lo inexplicable
es mejor estar callado.

En las mentes confundidas
los pensamientos cesaron,
se congelaron las fuentes
y los suspiros callaron.

Los pájaros escondidos
rompían con trinos dorados
el mediodía de las flores
y el espejo de los lagos.

Por el camino perdido,
que no lleva a ningún lado,
con la cruz y no la cara
de su amor en solitario,

iba su triste figura
como un fantasma vagando,
soñando el cielo de un beso
y la gloria de un abrazo.

En su pecho cien mil soles
del amor inmaculado
relucían ante los ojos
que el azar hubo cegado.

General sin uniforme,
monje sin cordón ni hábito,
rey sin cetro y sin corona...,
sin amor... ¡y enamorado!

 

Hermoso poema, evocando ese amor de trinos dorados, ese amor que trae luz a nuestras vidas.
Un gusto leer tu poema.

Un abrazo!

 

Es que de todas maneras se puede vivir enamorado, aunque no se tenga un amor de carne, hueso y alma al lado. La vida es también para enamorarse de ella y si uno persiste en ese estado, llega de pronto alguien que lo cubra con su manto de amor y se convierta en un enamorado que todos vean que de verdad lo es y en todos los lugares de los Enamorados, cómo tal sea aceptado y sin cuestionamientos.
Es lindo lo que has escrito, es una historia de la que se puede sacar una buena enseñanza. Enamorarse, enamorar, lindo verbo. Saludos, poeta. Escribe lindo, que tenga una linda semana. Muchas gracias por compartir.
​

 

Que bella historia!! enserio, me has sacado una sonrisa del rostro!
Saludos, ojala puedas pasarte por mis poemas y darme tu opinion

Saludos!!!

 

Qué despliegue de versos poeta. Deliciosa entrega de amor nos dejas.

Saludos.

 

José
unos versos hermosos
que cuentan historia triste
del corazón enamorado...
Me ha encantado tu versar
estrellas y saludos
Ana

 

Mi primer encuentro con tus letras, que bella historia! Me cautivaste desde el principio con tus bellas imágenes. Recibe mi saludo cordial con estrellas grandes.

 

Muchas gracias por leerme y comentar, violeta.

Un abrazo.

José.

 

Muchas gracias, Elisalle.

En efecto, pera estar enamorado no hace falta tener a nadie al lado. Lo malo es estar enamorado de alguien que necesitamos al lado y no lo sabe o no corresponde.

Una linda semana para ti también.

José.

 

Muchas gracias, Lyrical Guitar.

Me pasaré por tus poemas.

Saludos.

José.

 

Muchas gracias por tus palabras, Ciprés1957.

Saludos.

José.

 

Muchas gracias, Ana.

Sí, es una historia triste, basada en lo real. Es una persona que ama, incluso más que muchos enamorados que tienen pareja, pero su amor, por esas circunstancias del destino, la vida y el azar, no es conocido, apreciado ni correspondido, lo que no hace que deje de ser un enamorado.

Saludos.

José.

 

Muchas gracias, Nancysant.

La poesía es como un cuadro pintado con palabras. Me alegro de que hayas contemplado y te hayan gustado las imágenes de mi poema.

Un cordial saludo.

José.

 

Muchas gracias, Purapoesía, por tus palabras.

Saludos.

José.