La sombra...

La sombra...



Una sombra indistinguible
me acompaña taciturna,
bajo la alta alfombra gris
de la bóveda nocturna.

Ella me sigue y se esconde
entre el humo de la bruma,
luego se me aparece y
besa algún rayo de luna.

No sé a quién le pertenece
ni por qué de mí se burla,
sólo entiendo la mujer
que denoto de sus curvas...

¡Cómo quiero beber de ella
el milagro de su musa!
Estrépito de su voz
que a mi razón deja muda.

Tal vez es tan sólo un sueño
o una especie de locura.
Del amor muestra verdad
y devela su hermosura...

O tal vez me he enamorado
de un anhelo que perdura,
tal vez estoy renaciendo
o perdiendo la cordura...​

​

 

¡Bravo Childe, Bravo!

No sé si lo sabes, pero soy fiel seguidor de las rimas, y este poema tuyo me ha encantado. No sólo porque hallo la elegancia de tu pluma en forma de rima, sino por ese contenido tan potente como suave.

Cuando se ama se tiene ese efecto, y a veces suele suceder que aparece ante nuestros ojos una sombra que quiere ocultarnos la figura de la mujer que amamos, pero... ¿puede lograrlo? Creo que no, que al final, sombra o no, podemos ver las formas de ella. Y sí, te has enamorado, estás renaciendo y perdiendo la cordura... ni lo uno, ni lo otro; todo junto mi amigo, todo junto.

¡Gran poema Childe, no sabes cómo me ha gustado!
Un cálido abrazo
Gustavo

 

sencillez bien labraDA.

 

Conozco de tu amor por la métrica y la rima, y todos los elementos clásicos de la poesía -yo también los amo-. De vez en cuando me gusta escribir así, otras de forma totalmente libre. Me gusta variar. Pero mi alma se encapricha en los viejos temas, principalmente en el amor. en este caso lo intangible, lo incorporeo que deja la sensación de que en cualquier momento pudiera materializarse. La cordura y la locura van de la mano, como en un limbo sin reglas definidas. Esa sombra lunar del amor a veces atormenta al poeta, a veces lo llena de regocijo.
Eres un incondicional de mis letras, Gustavo, eso lo aprecio muchísimo. No tiene precio cada comentario que me brindas. Muchísimas gracias...
Un gran abrazo...
S.

 

Muchas gracias rodolfo.
Saludos...
Childe.