Y en pena

Un espíritu solitario deambula por las calles,
Por esas calles que alguna vez tuvieron gloria,
Hoy sumido en la angustia que da el no estar vivo,
La eterna luz me espera y me resisto a irme...

¿Cuánto hace que dejé la vida por estúpido?
Desangrando mis venas como un cobarde,
Por un pesimismo inenarrable,
Por un temor a la vida,

Que ironía más grande,
Ahora muerto divago y extraño esos días,
Entre nieblas del tiempo observo lo que fui,
Las cosas no cambian en mi sentir,

Me fui sintiendo pena,
Y en la muerte me ahoga,
Con sincera tristeza me interno en la oscuridad,
Pero solo soy una sombra,

La pena de no encontrarme con los que antes se fueron,
Con aquellos que ame... con deleite veo nacer almas nuevas,
¡Seas quien seas permíteme convertirme en un guardián!
No permitiré que esta pena se repita...

Cuando estoy en la sala de parto,
Y veo el milagro del nacimiento,
Esta alma nueva es mi semilla,
La que por egoísta y cobarde no conoceré,

¡Ah maldito de mí!
¡Mira sus ojos llenos de vida!
Y la su madre, mi amante desdichada,
Solitaria por mi culpa....

¿Como oso estar aquí?
¿Con que derecho visito este lugar?
¡Ven a mi dulce Satán recógeme de este sitio!,
¡Llévame al infierno de los suicidas...!

¡No quiero seguir aquí!...
¡Atormentándome con lo que pudo ser!,
¡Lo que dejé perder!

Y así dejo esta existencia,
Pues por fin el Príncipe oscuro vino por mí,
y desde este sitio de tormento...
Escribo estas líneas para nunca olvidar que alguna vez
¡Viví!

Lord Vélfragor

 

Muy profundo poema...! Fuertes palabras...! Buen trabajo, excelente...!