Pueblecito

Regresando al pueblito, por toda la costa:
Vislumbro los cerros arrodillados en la playa,
justo cuando el sol se acuesta.
Devuelta al pueblito,
se entreabre la bienvenida entre la aurora,
desde la durmiente cuesta se avizora
al gran patriarca azul postrado en el occidente tuerto.

El gran beso del Horizonte adjunta mar y cielo
sobre la ventana tierna del universo;
días cálidos, y lluviosas sonrisas parlotean en el suelo,
y soplan vientos desde las costas del reverso.
Las multiformes montañas son profetas del regreso,
y la playa ventura es el pesebre del ensueño;
purificada brisa llega como un fantasma risueño
que ha de raptar la suave roca en su encanto preso.

Se va abriendo el gran pueblito,
como un fraternal cofre de recuerdos;
por su alrededor andan los caminos
donde recogió flores gualdas de amistad la infancia.
Sus calles coquetas, con su norteña reliquia,
tientan hacia su corazón provinciano del lugarcito.
La magia de la gaviota turista vuela milagrosamente
sobre la cuenca pensante,
y el poblador te honra con su gran corazón:
Una humilde morada de tan grata bendición.

Me levanto con el sol puesto en mis ojos,
con la veraniega pasión
que chapotea en la emoción
del pescador natal de mi infancia, de mi familia,
de mis grandísimos amigos:
El pescador natal de mi vida entera.


(PARA MI PUEBLITO... LOS ORGANOS- PERU)​

 

una obra muy propia muy raiz... disfrutenla