sino y cruz

sino y cruz


El alcance de mis visiones aparece como un sortilegio arcano,
Con imágenes petrificantes de sangre de libertad,
Son un sueño propio de toda una fragilidad,
Un misterio, una imagen difusa en su definición.

Esta sangre enardecida en cada sucesión del alma
En cada evento de muerte
Y asesinato de idea pasajera
No mide consecuencias de orden ni satisfacción.

Miro al reojo del azar
Cazando versos con trampa,
Mutilando el momento triste del poema
Cuando las entrañas gritan hacia fuera.

Tengo callos en las pupilas
De tanto reojo al azar.

Equilibrar lo inmenso de lo exquisito cuando es verdadero.

Marcar la existencia del vivir en un margen trágico es lo que hago
Porque solo la tragedia es real
En el sustento de lo que se refiere la “realidad”.

La felicidad y la alegría
Son las marionetas ensoñadoras de nuestras vidas.

Algo me dice que los deseos
Son artificios de la realidad
O artimañas del yo;

Algo que suena como una bestia encerrada
En una prisión de metales y huesos;

Un eco de lo indescriptible llega a mí,
Un eco de lo que se ilumina extrañamente
Como un crepúsculo sombrío y mortífero;
El silencio de una guerra;
La congoja de la profunda culpa;
El rincón del chivo expiatorio;
El sonido de la hoja seca que cae en medio del tumulto.

Y qué decir de la visión más próxima a la redención o lo imposible: la cruz.​

 

agathos:

Un poema intenso, con profundos tintes reflexivos, muy bien logrado

Un saludo cordial

Jaime

 

me gusta...cada palabra va calando...a cuenta gotas....el final...te quedo perfecto....un placer leerte...un abrazo infinito....

 

Agathos, pasaba y repasaba tu poema una y otra vez y me doy cuenta de cómo es que el alma de pronto se nos pierde entre las vanalidades de lo que se piensa ya por puro instinto.

Estos dìas en que he estado sumergida en cuestiones bastante raras en mi mente, he podido descubrir apenas un fragmento más de terreno en el alma... es tanto, es tan profundo ver, sentir, escuchar, y callar para no caer en el tedio de los autómatas.

Te lo dije la otra vez, ver todo con algo más que las neuronas significa muchas veces el destierro en el círculo de muchos.

Còmo se atormenta, còmo se queda uno de rodillas, apenas respirando, pero de a pocos se alimentan las entrañas del resultado de tal infierno... y allì vas encontrado la calma, entre las llamas...

Si me extendì mucho lo siento. Pero què va.. son solo pensamientos.

Saludos,

 

se te santifica el dolor. genial poema

 

lo que escribe el instinto quizás en muchos de los casos es lo que realmente queremos decir a lo que que pensamos decir, que en efecto lo es.
poseido por un torvellino de ideas evocadas talvez de una experiencia tediosa y lúgubre en lo que respecta a la interpretación estética de la poesia.
no hay peor calma que el de las llamas. se que la vida o la existencia ya me están quemando en todas sus materializaciones. pero yo prefiero las llamas, mi destrucción creada de la forma mas exquisita por mi mismo, autodestruirme en cada suseción del alma, en cada verso, en cada manifestacion del alma, en lo psíquico, en lo espiritual, en la sangre, en la carne. repecto del poema, ya no mas palabras.
saludos
y
grasias

 

Versos que ameritan la concentración. Respeto a su talento.
Abrazos
Chepeleón