Solo sé que te amo

Te vi, pero no pensé que una mirada pudiera marcar tanto un alma, mi alma. Sentir ese hielo por los huesos, a veces tan gélido, a veces tan cálido.
Sentir que el día no es día, el aire no se respira, y la vida no es vida si tú no estás aquí. Y otra vez, el crepúsculo llegó sin ti,
de las montañas al mar, sin ti. Me estremeció, la tristeza de esperar un nuevo día, sin tener tu compañía, sin mirar aquellos ojos
llenos de ternura y aquella voz quebradiza. Qué agonía ocultarte mi agonía, mientras la esperanza se enfría.
Después de un tiempo, cuando por fin y al fin me diste permiso de conocerte; me pregunté una y otra vez, ¿Qué somos?. Pensé, cuestión
de tiempo. Cuestión de la poesía de las cosas, de la vida. Quizás, no lo sé, quizás eres tú, pero no el momento. Pero quizás
la vida no me dará la oportunidad de conocer dos veces una persona como tú.
Niña, dime tú, cómo hago. Cómo hago con este amor que me estruja el corazón y quita toda razón de mi mente.
Te amo con mi aptitud errónea. Te amo con la complicidad del silencio. Te amo mucho más de lo que tú me concedes querete.
Te amo sin desear, sin querer y sin pensar, como realmente se ama.
Te amo.

76