En mitad del rebaño.

EN MITAD DEL REBAÑO.

Qué a solas se encuentra uno
en mitad del rebaño que lo exculpa
de la soledad primera.

Un pastor va voceando
y entre tantas ovejas sólo una
a otras voces se encomienda.

Ser oveja por designio
condenada a la lóbrega llanura,
a la vaciedad ajena.

¿Quién elije a los pastores
que penan por decreto la cordura
bajo el sol que más calienta?

Solitario entre el gentío,
a veces invisible, por fortuna,
interpreto su sistema.

Conocer al enemigo,
al perro del pastor, al que lo achucha
y al dueño que lo gobierna.

Y guardarse del vecino;
que si quieren pisarte unas pezuñas
nada es peor que otra oveja.

 

¡¡Muy buenos versos Vicent!! resumen un sistema de gobierno, también la individualidad sin perder la identidad,señalan la diferencia dentro de esa masa ciudadana que para el sistema de poder y sus jerarquias es homogénea.
Los borregos siempre obedecen al pastor es cierto como también lo és que entre el rebaño siempre hay ovejas negras cuyo peor enemigo son sus propias compañeras.
Muchos Abrazos Chavalote de sábado no feriado

 

Tendré que ir yo a hablar con tu pastor para que te ferie todos los sábados… y algún que otro lunes, je je je.
Ya ves; aquí andamos pastando lo mejor posible pero sin perder de vista ni al pastor ni al resto del ganado, je je.
Muy acertado tu comentario, y además de agradecértelo te mando un beso (de oveja negra a oveja negra)… y ahora a las tareas del hogar... yoooo...

 

sr. Pastor me he perdido, si puede vd. ayudarme a encontrar el camino,
le estaré eternamente agradecida,
y sino mejor déjelo estar que quiero perder de una vez la cabeza,
que siendo responsable no me ha ido tan bien,
asique a ser oveja negra y descarriada.

Pues eso mismo

Buenos días sr. don. y un abracito.

 

Mejor sola que mal acompañada, señora oveja negra. Y no te fíes del pastor, que lleva una vara y unos perros que a la mínima te achuchan, j aja ja. Al fin y al cabo, el camino siempre está debajo de los zapatos… y con buenas botas se puede acceder a cualquier lado; y correr si es menester, je je je.
Buenos días señita meiga.

 

Verdades encierran tus letras amigo Alonso, cuando el
perro ladra no todas las ovejas están al quite...
Buen mensaje envuelven tus letras, una acertada
inspiración hecha poesía. Siempre es un placer poder
disfrutar de una buena lectura.
Besos y un abrazo. Tere

 

Es que hay rebaños y rebaños, y alguno que yo me sé me da que no tiene remedio (cada rebaño tiene los perros y los pastores que se merece), y a las pobres ovejitas negras a este paso más les valdría cambiar de rebaño, o cuanto menos ir a su aire y tomárselo con filosofía budista, por no tirarse por un barranco..., jeje
Muy bueno, Alonso. Un abrazo desde estos fríos pastos, amigo, y feliz semana!

 

Dejar de ser oveja
solo depende de uno mismo querido amigo.
Claro que no sé realmente qué es mejor
si es oveja o ser perro. Del pastor mejor no hablamos
porque las ovejas les importan poco y miran más por el interés de los dueños de éstas.
Un abrazo.

 

Que bueno Vicent, y que familiar.. No hay nada como ser uno mismo, con visión propia, al rebaño entre pastor y perro lo llevan donde quieren, y si al menos fuera un buen pastor !! pero me da que los pastores de nuestro rebaño no son trigo limpio... Siempre un placer compañero, aunque participo menos, no me olvido de los amigos... Un abrazo grande !!

 

Ya en el seminario me explicaron lo de las ovejas y el pastor; pero yo lo único que tengo de pastor es el vicio de andar por los montes entre cabras montesas y con un par de perros a los que tuve que enseñarlos a respetarlas, ja ja ja... que al principio arrancaban al menor movimiento.
Muchas gracias, Tere, por pasar por estas vistas que pusieron la mirada, por un momento, en el grueso del rebaño.
Besos desde mi reserva.

 

Qué te voy a contar que tú no sepas... si tus pastos son los mejores; y menudos mastines te arreas, je je je. Pero el rebaño que ande suelto. Eso sí; a más de cuatro lobos habría que adiestrar, y a los pastores formarlos un poco sobre el terreno. A las ovejas negras gallegas las doy por perdidas, ja ja ja... ahora sí que me cornea.
Un abrazo Luis desde esta "frescoreta".

 

Muchos perros veo yo en esta sociedad que sólo quieren contentar al amo, y en sus faldas se esconden para morder sin ser vistos.
Muchas gracias Eladio, y cuando quieras pastar a tus anchas te acercas un rato por estos montes.
Un abrazo amigo.

 

Hola Carlos. Hoy nuestro pastor nos dio el día libre; creo que es uno de los pocos que se portan bien... y los de la sierra, je je.
Un gran abrazo amigo y por aquí seguimos.

 

Ayyy Alonso, qué difícil es ir contracorriente, ser diferente porque no comulgas con lo que comulga la mayoría, sentirse oveja negra abandonada a su suerte y perseguida hasta la muerte, pero habrá muchas ovejas negras que nos harán valorar la tolerancia y la convivencia en un mundo donde reina la variedad y la diversidad. Ayyy qué poema más profundo, invita a la reflexión y al análisis de nuestra realidad. Me ha encantado leerte. Besazos con mucho cariño y mucha admiración.

 

Cuánta sutileza amigo, excelente poema!!

Felicidades

Palmira

 

Sí, Lomi, no hay nada como pacer (sin molestar a nadie) y dejar pastar. Pero algunos quieren tenerlo todo bien atado.. y ¿para qué tanto atar? A mí que me dejen suelto, que los colores nunca han sido un problema para mi gusto.
Besos desde estos pastos... que está el campo precioso por esta época.

 

Hola Palmira y muchas gracias. Siempre eres bienvenida a estos pastos... y no sabes cuánto me alegra verte.
Un abrazo amiga... y sin pisotones, je je.

 

Muchas gracias, Mave, porrrr... todo, y un saludo con alegría de domingo.

 

Y es que para ser pastor se necesita un rebaño y para ser poeta unos ingeniosos versos como estos que nos regalas, se disfruta aunque no sea fácil dirigir unas ovejas como estas, por aquí te dejo un abrazo grandote!!

 

Ay, ay, ay... que me acordé de lo difícil que es dirigir a las cabras esas que tengo en la montaña, ja, ja, ja.
Besos y mil gracias por estar siempre, my Nancy.

 

Creí que ya había pasado
por el pasto verde de tus versos,
ya sabes que además de tozuda
soy oveja despistada.
Es difícil escribir con la oveja de Elena
mirándome tan dulce,igual no es dulce
pero el caso es que me despista
y no hay manera de concentrarme...

Buen poema, señor poeta,un abrazo amigo

 

Hola Morado, que aquí andamos pastando y despistando a los pastores. Las ovejas blancas, las negras, las merinas... a mí me gustan los colores.
Besos con fresca hierba, Toñitaaaa... y día de lluvia.

 

¿Has visto a Elena? Qué maja con su abrigo negro; desconcentra a cualquiera con esa carita de no haber roto nunca un plato, je je.
Besos Rosario, y nos vemos por los pastos.

 

beeeeee beeeeeeee beeeee be be be beeeee

beeeee beeee

espero que os haya gustado, es una balada ajajajajajaajaja

 

Me encantan las baladas y esta es buenísima; aúuuuuuuuuh…