Llaveruna

Danza de llaves que abren y cierran y nos abren y cierran... me había perdido esta preciosidad que hoy, me hizo pensar... Un besote sin cerrojos ni ná...

 

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La llave del apetito... pero qué dieta tan bonita... ja ja ja... ya he visto qué abierto lo tienes a la hora de ponerte ese babero (preciosa foto del Viento Papá).


Tus llaves siempre abren poesía a la hora de acceder a las puertas de mis intentos. Pero en realidad, no necesitás llave alguna para ingresar a mi guarida.


Un gran abrazo VientoCielar.

 

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Muchas gracias por pasar, j202music@hotmail.com. No sé qué decir sobre tu comentario, además de agradecérterlo... y es que creo que todos somos creativos si estamos medianamente sanos... y el talento... no sé bien qué es el talento.


Un abrazo desde Buenos Aires.

 

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Llavecitas Bailarinas en el permanente abrir y cerrar las puertas de la vida. Gracias, por su visita, Ña Scarlatita, y entre usted sin golpear. Y sin acudir a llavecitas danzarinas.

Un abrazo sin cerrazones.

 

Imperdonable el haberme perdido esta LLaveruna tuya, Ciela.
Haces arte de cualquier cosa, porque eres Arte Genía.

Un besazo

 

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¡Ay, qué autoexigente es mi Chica de Platino!:::lengua1::: . Y cómo no se nos va a perder de vista una pieza entre tanta inmensidad. Nada de Imperdonabilidades, que en dicho caso yo tendría que ir a parar a los infiernos. Y no quiero, que antes deseo pasar por el Paraíso de Estepona.:::gafas1:::

Un gran abrazo y gracias por Venirte hasta aquí, mi Ña Claverito.

 

¿Y me preguntan que si me gustó?… me pongo de pie y la aplaudo…

 

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¡No vaya usted a aplaudir de pie mientras esquía!:::lengua1::: . Ja ja ja...
Gracias, Salvador, por sumarte a este racimo de llaves entrañables.

¡Un abrazo para vos, savasppcc (a) el Poeta de las Nieves!:::sonreir1::: .

 

Creo que estas son las llaves que calzan perfectamente en el cerrojo de los labios risueños. El hecho de dejar salir todo lo que tenemos guardado bajo mil llaves, son las referencias más visibles y comunes que llevamos siempre prendidas en nuestras vidas, así como nuestros bolsillos.

Sin tu permiso voy a coleccionar estas hermosas llaves de colores de tus palabras.

Muy tierno y esperanzador poema.

Un juego de complicidades tan hermosamente descrito y adornado que duele de gusto.

Un gran abrazo, Cielita de las ternuras encontradas.

 

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Siempre haciéndome el honor con tus palabras bellas, bellísimas. ¡Claro que tenés permiso para coleccionar estas llaves que espero, además, te guarezcan!.

Ah, mi Niña, y que duela lo menos posible.

Gracias, Rocío, por ser Interlocutora de estas ternuras encontradas y reencontradas.

Un gran abrazo.
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Yo quiero una “llaveruna”... siempre las pierdo!.

Eugenio

 

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¿Te imaginás un racimo de nuestras cosas perdidas?.... Ay ay ay, ¡qué gran sembradío el de nuestras pérdidas!...

Te mando llavecitas volvedoras, una sonrisa contagiosa y mi gratitud imperdible.