Vacio

Alguna vez haz sentido en tu alma
El vacío de un dolor dominante, errado
Un dolor que no debes sentir
Pero que persiste en seguir allí
Porque no encuentra salida de tu corazón

Eres tan dulce, tan amable, tan hiriente
Nunca imagine que dolieras así
Has escuchado el gemido inocente
Que producen mis lágrimas
Cuando pienso en ti, en el ayer.

Descifras los retos que te imponen
Hablas, quieres, hieres y olvidas
Pero no siempre la vida te premia
Y no siempre el dolor es eterno

Algún día lo tuve todo, hoy,
Solo tengo lo que necesito… soledad
La mejor amiga y compañera
Aquella que nunca te abandona
Que no juzga y perdona el mal proceder

Esta es mi explicación a todo
Solo necesito el tiempo necesario
Para que mi amiga me aconseje
Y sane mis heridas, las del corazón.

Solo la soledad dará vuelo a mis alas
Aquellas que me conducirán
Por el sendero de la felicidad
Para tener una razón por la cual luchar.

Este es mi destino y tal vez
La gloria de la confianza
Regrese para tocar mi corazón
Para que logre el perdón y,
Olvidar el olvido del dolor.

Pues solo perdonas, cuando convives
Con lo que un día te hirió y que hoy
Solo hace parte de los recuerdos
De lo que ahora logras superar.

Ojala la vida te regale un paseo
Por las estrellas, que no tienen
En su lecho el color del dolor…

 

A veces eres fecunda
cuando a componer me inspiras,
otras veces iracunda.
Cuando a matar me disparas.

Supongamos que te nombro a ti, soledad.

Un verdadero honor leerte.

 

dulcísimo honor hoy siento
mi preciado amigo Victor
Al saber que que este escrito
Te a gustado un poquito...

espero tener fortuna
de escribir bastantes letras
y que seas tu maestro
de esta pequeña poeta.

Tatiana

 

Muy muy bueno. Excelente.
Escribes muy muy bien, finalizas tu escrito de manera mejor.
Déjame decirte algo, a veces la soledad puede ser una muy buena amiga, pero lo cierto es que es muy hiriente cuando te muestra la realidad de frente, y sin escapatoria.
Soledad que da vuelo a nuestras alas,
soledad que nos muestra nuestra libertad,
soledad que nos hace pensar que somos invencibles y lo podemos todo,
soledad que nos estrella contra el mar.

Un gusto leerte, Tatiana.
SALUDOS.









Luis.-