A ella.

A Ella.

A Ella que como un pétalo de rosa
terso ha vuelto el camino de ida y vuelta
y ha transformado en rosa la revuelta
con su mágica sonrisa preciosa.

A Ella que baja el cielo a toda cosa,
hizo de la vida un imperio Celta,
la dicha de existir deja resuelta,
dos luceros donde el alma reposa.

A Ella, princesa del bosque celeste
divino pero al tiempo terrenal,
reina del alba del oeste al este,

a Ella, bella musa de luz medial,
luego que la estrella polar se acueste,
en Ti encontrará su feliz final.

JFB
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Precioso soneto mi querido amigo, ha sido un placer estar entre tus veroso un abrazo

 

gran poema... abrazos desde costa rica

 

Bello escrito, ha sido un gusto. Saludos.

Laura

 

Gracias por pasarte un ratito por aquí. Es un honor para mi recibir tu comentario.

 

Gracias por tu comentario, para mi es un honor que te pases por aquí. Un saludo.

 

Me da gusto que te haya gustado. Muchas gracias por tu comentario. Un saludo desde México.

 

El gusto es mío. Gracias por visitar mi escrito. Un saludo desde acá.