El trabajo de morir.

Puede que la vida pase solo esperando quizá
que le llegue su momento pudiendo ya descansar.

Mientras esté respirando cada día se levanta
soportando su dolor pues ni la noche lo calma.

A veces va por la calle llevando bien su camino,
cierto señor elegante lo saludo y le sonrío.

Una vez lo acompañé diciéndole con cuidado:
“¿Sabe usted que yo lo admiro por andar con tanto garbo?”

Mirándome fijamente me contestó educado:
“¿Por qué esto de morirse costará tanto trabajo?”

 

Muy buen retrato de los ancianos que desean morirse porque están cansados de la vida que llevan pero les cuesta trabajo. Encantado de leerte. Un fuerte abrazo Salva.

 

Esta historia real retrata a muchos ancianos que, aunque sufran, llevan su vejez con extraordinaria dignidad.
Muchas gracias por la lectura y la compañía de tu comentario.
Con mi abrazo fuerte.

 

Magníficos versar sobre lo inevitable de una cita con las oscura dama de la Guadiana .. grato leer tus letras amigo

 

Muchísimas gracias, amigo y compañero, por tu compañía con la lectura de mis versos y el comentario amable.
Con mi abrazo.

 

Mi querido amigo Luis: Certeros tus pensamientos.. Se trata como ya he dicho de una historia real que me impresionó por la gran dignidad con que llevaba su avanzada vejez. Cuando vemos a una persona de edad avanzada en un parque, con su andar lento o bien, asombrémonos, empujando a un carrito con un niño, ¡Cuánta historia detrás de esas imágenes! Seguro, al menos yo, he de aprender la lección que me dan.
Muy agradecido siempre de tus generosos comentarios a mis letras.
Recibe un muy fuerte abrazo.

 

Real como la vida misma, lo has escrito con mucha ternura amigo Lesmo. Muy bonito. Un abrazo. Paco.

 

Me place mucho, amigo Paco, que hayan sido de tu agrado estos pareados. Esta persona que vive cerca de mi es un magnífico ejemplo de como se lleva la adversidad de la vejez con dignidad, así me lo parece. Espero tomar nota por si llego a sus años.
Recibe el más cariñoso de los abrazos, amigo.

 

Admirables letras sobresalientes de un profundo trabajo hermoso.

 

Querido Jorge: Son siempre bienvenidos tus generosos comentarios.
Recibe un abrazo fuerte.

 

Bello tu poema. Ciegamente mucho tenemos que aprender de nuestro mayores.
Un abrazo grande

Alfonso Espinosa