Bailando ¡Ay mamá Inés! con pollera colorá- tres décimas

Bailando "¡Ay mamá Inés" con pollera colorá

Esa curva tan sinuosa
de tu preciosa cintura
es razón de mi locura
que se enciende lujuriosa.
¡Ay, mi dulce amor! qué cosa
tan sublime y placentera
me pasa si tu cadera
como brisa en el juncal
mueves cual mujer fatal,
con esa sensual pollera.

Mi corazón sale fuera
del pecho con sus latidos
y con los cinco sentidos
quedo rendido a tu vera.
No bailas como cualquiera:
estando en Maracuyá
“¡Ay! mamá Inés, ay mamá…”,
yo te ví bailar un día
y vi como se movía
tu pollera colorá,

y me dije -¡qué mas da,
pues voy a bailar contigo!-
moví caderas y ombligo,
pasitos pa´yá y pa´cá.
Yo bailaba chachachá
y tú me dijiste: - ¡no!
ponte a bailar como yo-
y te tomé la cintura
con la máxima dulzura,
y mi corazón voló.

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Hola jmacgar: Tu corazón voló y en este sensual poema me he sumergido yo. Un placer Amadeo.

 

que cosa leo que cosa, pero que graciosa,marga

 

No tiene ni carne ni hueso, querido Luis; se llama Imaginación, aunque otras veces la llamo Inspiración, eso según me coja el día, pero eso sí te digo ¡me tiene encantado!; yo creo que tú tienes una parecida a esta amiga mía, aunque desde luego creo que bastante mejor...

Un abrazo.

 

Pues mira, Amadeo,
sin querer o queriendo
te salió un tercetillo
y yo sonriendo.

Gracias amigo; un abrazo.

 

Amigo, siempre te destacas en el arte de la poesía rimada, y la estampa está magnífica. Gracias por compartir.

Feliz navidad, un abrazo

 

Sal y gracia por castigo
nos viene a dejar tu pluma…
Si me dejase el reuma
me iría a bailar contigo;
aunque me temo, mi amigo,
que esa moza sandunguera
no se iría de tu vera.
Dudo que luzcas atleta;
pero a “pico de poeta”
no te gana a ti cualquiera.​

Abrazo, fuerte, Juan.

 

No te gana a ti cualquiera
más bien te lo digo yo;
sal y gracia, ¿cómo no?
te sobran, y no es dar cera.
Mi amigo, ¡qué mas quisiera
que tener algo del arte
que tienes tú!, pues baluarte
de excelentes versos eres,
y donde quiera que fueres
del buen versar estandarte.
​

Un abrazo igualmente para tí, Luis.

 

Y bailaste cumbia de la buena, amigo. Ni que estuvieras en Colombia, aunque… ¿quién sabe? ¿Tal vez esa Inés es procedente de ahí?

Y esto lo digo porque recién ahora relacioné el título de la pollera colorá que es una cumbia emblemática del país cafetero; aunque no sé si en España se usa coloquialmente la expresión “colorá” para el rojo o colorado.


Encantado estoy de leer tus bellas y sugerentes décimas, estimado Juan.


Un abrazo.

 

Pues mira, también a ti te salió una rima :

qué cosa leo,
qué cosa
pero qué graciosa...

un poco más y haces un ovillejo de esos tuyos....

Muchas gracias de veras, amiga.

un cordial saludo.

 

Maravilla excelente de preciosos versos.

 

Oooleee, iba a decir, pero mejor digo Azuuuucar, samba y sensualidad.
Décimas para bailar... las que a mí me gustan.
Siempre me había imaginado las polleras más cortas, pero acabo de aprender que también pueden ser largas e incluso de traje tradicional.
Un abrazote, Juan, y feliz domingo.

 

Y bien colorá que era
mi estimado Maramín
¡tremendo gustirrinín
me di en esa fogalera!
Esa moza sandunguera
bailaba requetebién
y a mi me ponía a cien
su movimiento rumboso,
mas como no soy tan mozo
me mareó su vaivén.
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Gracias de veras, Marcos, has estado muy ocurrente y humorístico con tu décima.

Un abrazo.

 

Aquí tu dilecta alumna ha llegado justo al sitio donde quería llegar (gracias a ciertas explicaciones) y he encontrado seiscientos y pico de poemas que me quedan por leerte... ¡pues no era nada lo del ojo y lo levaba en la mano! (dicho de mi tierra, que seguramente viene de alguna historia o leyenda urbana).
A lo que iba, que he pasado por encima, encima (he visto algo pestilente y hediondo y he seguido buscando) y he llegado a este sugestivo título. Y... menudo cambio a bailongo que te has dado, ¡madre mía! que sueltecito y jolgorioso te he visto. Resumen: que me ha encantado, y la luna que se muera de celos!!
Abrazo.

Hoy he visto a Juanmacgar
bailando con mamá Inés
sin dar siquiera un traspiés,
junto al fuego del hogar.


Me ha parecido genial
la estampa que presentaba
porque el alma se alegraba
desde el principio al final.​