Cuando nos decepcionamos a nosotros mismos.

Como explicar la desesperanza,
que amasa, la piedra de la constancia,
¡ dejadla endurecer!, bajo la caricia del sol,
tejida por el aire , que disfruta herético...


el tiempo, zigzaguear las calles ,
conforme va tomando cuerpo,
nos sumerge ,en el hastío con tristezas y lisonjas,
la razón se siente atormentada,
ante la indiferencia y falta de empatía,
con el compañero de que ha de soportar nuestro caminar.



Cuando el pueblo decide en libertad,
arropados por la razón, ser diferentes,
incentivados por la serenidad, en la fe sus mayores,
alentados por el futuro, que juntos han de sobrellevar,
como decir que no a una parte de tí,
por el bien común, si en el bien común,
se muestra una parte de nosotros mismos al mundo.



Pero no olvidemos nunca,
que para que la gente se decepcione ,
no hay que velar, por alentarlos.


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Aveces nos decepcionamos a nosotros mismos y a los demas y se bien de que hablo...sólo podemos redimirnos y empatizar y demostrar a nuestro compañero de camino que sabemos lo que hicimos ...aprendiendo y no repetir nuestros errores

Saludos

 

Excelente concepto el que desarrollas y que aplaudo. Un saludo.

 

Instructivo, aunque, de los errores se aprende para no pecar en las decepciones.

 

Interesantes y bellas letras.
Un placer leerte

 

bello y conmedor escrito, si que guarda un mensaje de reflexión y nostalgia