el increíble hombre-gato

si tu vida está en grave peligro
(no sé, tal vez te cortaste las venas y de pronto
te arrepentiste y ahora deseas que alguien venga para
sacarte de la bañera y llevarte a poner una transfusión)

o si un tremendo incendio está devorando tu casa

o bien un asqueroso drogadicto violador
acaba de reducir a tu esposa a la más absoluta indefensión y
se dispone ahora a empujar dentro de su coño
el enorme pedazo de salchicha cruda que le sobresale de
entre los huevos

no lo dudes, el hombre-gato podría ayudarte
(sus super poderes incluyen:
cierta melancolía que aflora especialmente
los días de lluvia
miopía en los dos ojos
un hígado afectado con cirrosis avanzada
una leve cojera en la pierna izquierda y
lo que parece ser un principio de artritis reumatoide)

el hombre-gato, considerado por los habitantes de tomatlán como
un super héroe aún más demoledor que batman
("ni ese par de putos de spiderman y batman juntos
pueden lograr lo que el hombre-gato logra en
sus mejores momentos" ha dicho el alcalde municipal)

pero no se te ocurra llamarlo, mejor llama
al 911 para que manden a los putos bomberos o
a uno de los dos agentes de la estación de policía local

porque lo más probable es que si lanzas la gato-señal
el hombre-gato no aparezca
(el hijo de puta seguramente
estará metido en alguna cantina empinando el codo con un par de putas,
y suponiendo que llegara a percatarse
de que su intervención ha sido requerida por
algún ciudadano en peligro inminente de perder la vida,
el cabrón se limitará a encogerse de hombros y
murmurará "qué puta manía tienen algunos pendejos
de invocarme siempre que tengo el jodido antojo de chingarme un trago")

hace unos días me encontré con él en la barra de los tejabanes
y pedí una botella de tequila y nos pusimos a tomar juntos

-estoy pensando ya en pedir la jubilación, pinche villa;
la artritis me empeora cada día y encima tengo que usar gafas
¿no te interesaría tomar mi lugar como super héroe?
-no me gusta la idea de ponerme ese puto antifaz, hombre-gato
y me vería ridículo con esos calzoncillos amarillos apretándome los huevos

un poco más tarde, como a las 2 am
algún pobre vecino en problemas activó la gato-señal
pero para esas horas ya nos habíamos zampado tres putas botellas y
el hombre-gato ni siquiera podía tenerse en pie

"que llamen a su puta abuela"

.

 

El hombre gato y el hombre martillo, mierda Villa, si esos dos se juntan... Si se juntan ¿qué proezas no realizarán? Como siempre, un gusto.