Aquella tarde vil del ocaso de su despedida

En el crepúsculo
cuando el sol
como áurea esfera
se derrite
sobre el horizonte
Y el mar
en pugna con la noche
que lo acecha
titubeante entrega
su luz evanescente
Las garzas y gaviotas
se esfuman
como leve espuma
por manos invisibles
de un viento fuerte
que arremete
-
Así yo,
la vez aquella
cuando mi alma
en una tarde vil
recibió el ocaso
de su despedida
para siempre
Hoy veo mi mar
con sus azules desteñidos,
se apagó mi cielo
por el manto negro
de la noche,
no oigo el gemir
de las gaviotas
en su blando vuelo
por el cielo y mis días,
vagos transcurren
como cansados centinelas
.
RRegis







​

 

BELLO POEMA EN MAR Y GAVIOTAS

 

maravilloso.
las despedidas son melancólicas y poéticas.

 

Bellos y melancólicos versos para un hermoso poema sobre una ausencia que sobrevuela todo el texto. Un abrazo amigo Rei. Paco.

 

Gracias amiga Edith por tu visita y amable comentario a mis letras

 

Gracias amigo poeta por tu amable comentario y paso por mis letras

 

Gracias amigo Paco, es un placer oír tus comentarios y saber que hayas disfrutado de mis enajenadas inspiraciones ..