Fugitivo

Mira la culebra en el río,
¡cómo atraviesa sobre el agua!
zigzagueando su cuerpo frío,
deja huella escrita
de un mensaje no leído.
Asusta a los niños,
¡y los niños se bañan desnudos!
en las horas en que brilla la luna
porque es lindo bañarse en el río,
cuando el día se pone sombrero.
Son estrellas bajo cielo encendido
Luminarias de un colorido.
Oh, infancia perdida.
Oh, felices chiquillos.
¡Todos nos hemos perdido!.
Se fue la niñez cual corriente de río.
Las culebras atraviesan el agua
y van asustando a otros niños.




*
María Margarita Pérez Vallejos (Elisalle)
30/11/2017
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Prohibida su reproducción parcial
y/o total por cualquier medio
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Muy lindo, cadencioso y verdadero tu poema. !Qué rápido se nos fue la inocencia de la niñez! Un placer leerte. Saludos.

 

Yo persevero en mi inocencia.
Pero el Universo conspira contra mí.
Je, je, je.

 

Que bonita nostalgia de la infancia y con que imágenes tan bellas la narras en tu hermoso poema, ser niño es una de las epocas más maravillosas de la vida salvo penosas excepciones, esas culebras siempre serpenteran en nuestras mentes. Abrazote vuela amiga María Margarita desde mi querida Zaragoza. Paco.

 

Es que es verdad. Uno no se da cuenta cómo de rápido pasa la vida.
Igualito como el agua debajo del puente. Muchas gracias por comentar.
Es magnífico para mí. Un abrazo, nomar.

 

Qué malito es el Universo contigo.
No le hagas caso. Un abrazo.
Muchas gracias Nommo.

 

Gracias Paco. Eres mi gran soporte en mundopoesía.
Aunque haya pocos o nadie, estás siempre tú.
Eso para mí es grandioso. Muchas gracias Paco.