La habitación

Un amante sin amor y vacío.

Ni un solo mensaje al teléfono, como si ya hubiese muerto, o peor aun como si nunca hubiera estado en la faz de este planeta, tristemente se pregunta cual es la misión de permanecer en las cuatro paredes de su habitación.

Era acaso:

Morir de tristeza.

Meditar a sus recuerdos.

Romperse y volverse a si mismo por cada fracaso.

O tan solo, es poderse reunir a su alma quebrantada y casi moribunda.

Hay veces que hay que tocar el suelo para subir a lo más alto del cielo.

O hay veces que hay que caer del cielo para saber que suelo pisa, y eso es para recordar que hay momento de suma tristeza donde solo podrás estar a salvo en tu habitación.

No estas solo te tienes a ti, tu peor enemigo.​

 

Como quisiera yo estar en mi habitación para sentirme a salvo,,, un Saludo inmenso para ti....muy cierto lo que escribes, a veces es necesario caer para despertar y saber dónde estamos....

 

Muy bello y ciertamente algo filosófico en su idea y planteamiento, nadie sabe lo que camina por nuestra mente más que nosotros, te ha quedado muy bien el poema en su forma y en su sensible y melancólico contenido amiga Eliza. Abrazote vuela. Paco.

 

Saludos enormes Amiga Olga, pues para ser sincera hay que tocar fondo para resurgir, gracias por pasar a visitarme.

 

Un

Hola Paco gracias por pasar a saludarme, asi es nadie sabe que pensamos, lo bueno es que podemos escribirlo.